igus garantiza la ausencia de químicos en sus cables chainflex con sello ‘PFAS free’

igus se adelanta a una posible prohibición europea con un etiquetado ‘PFAS free’ que certifica la ausencia de químicos PFAS en sus cables chainflex. De esta manera, asegura la operatividad a sus clientes ante un cambio normativo.

Los PFAS y PTFE son acrónimos de compuestos químicos que se utilizan en una variedad de aplicaciones comunes, pero que pueden tardar siglos en desaparecer, por lo que son sustancias potencialmente nocivas para el medio ambiente, las personas y los animales. El politetrafluoroetileno (PTFE) es más conocido comercialmente como teflón; por otro lado, los compuestos alquílicos perfluorados y polifluorados (PFAS) se encuentran presentes en una prendas de ropa, papel de horno, extintores y productos de maquillaje, así como en numerosos tipos de plásticos. 

Como los PFAS son difíciles de degradar en el medio ambiente y perduran mucho tiempo, la Unión Europea presiona actualmente para que se restrinjan o incluso prohíban más de 10.000 compuestos de PFAS. Para protegerse de una prohibición, las empresas industriales exigen cada vez más que los plásticos que les suministran no contengan PFAS. 

Requisitos internacionales 

La compañía ya prescinde de las sustancias químicas correspondientes en el 95% de sus cables, lo que brinda a sus clientes confianza en la planificación. Todos los cables chainflex con la etiqueta ‘PFAS free’ se producen utilizando materiales libres de compuestos de flúor, lo que elimina posibles impurezas o límites de valores medidos que no pueden ser completamente excluidos debido a influencias externas, por ejemplo. 

De esta forma, cumple los requisitos internacionales, puesto que en algunos países la exportación de PFAS ya se ha restringido y está sujeta a notificación o autorización. 

Rainer Rössel, responsable de cables chainflex de igus, explica: “Con el sello ‘PFAS free’, ofrecemos seguridad a nuestros clientes y seguimos promoviendo firmemente la reivindicación de sostenibilidad de igus al prescindir de compuestos nocivos”. 
 

Amplia garantía

Los cables chainflex se han desarrollado especialmente para su uso en aplicaciones en movimiento y se encuentran en sistemas de todo el mundo, ya que además de proporcionar un suministro seguro de energía en la cadena portacables, también se emplean en grúas, máquinas, herramientas y robótica. En la actualidad, la gama se ha ampliado a más de 1.350 cables, entre los que se incluyen varios tipos: cables de control, bus, datos, motor, fibra óptica y muchos más. Destacan por su durabilidad y resistencia, atributos que la empresa debe, entre otros factores, a su laboratorio de pruebas propio. 

El laboratorio, ubicado en la sede de la empresa en Colonia (Alemania) y que abarca una superficie de 3.800 m2, es el lugar donde los expertos de la compañía llevan a cabo más de dos mil millones de ciclos de pruebas al año. La experiencia acumulada en los ensayos es también la razón por la que la empresa decidió ofrecer una garantía de 36 meses para los cables chainflex hace más de diez años y, con base en los resultados positivos obtenidos, el año pasado extendió el periodo hasta los cuatro años. 

“De este modo, también aumentamos la seguridad de planificación y funcionamiento a la hora de adquirir nuestros cables, incluso más allá de la cuestión de los PFAS”, concluye Rössel.