Desde que en Davos se anunció la 4ª revolución industrial, son muchos los estudios que han ido apareciendo en nuestro país y en otros sobre la incidencia en el mundo laboral de la progresiva digitalización en todos los ámbitos.
Dos investigadores de la universidad de Oxford (los doctores Fry y Osborne) señalan en su estudio que uno de cada dos puestos de trabajo están amenazados por la digitalización. Otro estudio realizado a partir de datos de la OCDE da cifras mucho más reducidas según los diversos países, señalando un promedio del 9% de desaparición de puestos de trabajo. Sin que haya sido capaz de descubrir la razón, en el estudio se señala que precisamente en Alemania y España esta reducción alcanzará algo más del 10%.
Concretamente en España, un último informe de CaixaBank recoge varios estudios que advierten del riesgo de pérdida de centenares de miles de puestos de trabajo si no se asumen las necesidades de esta llamada 4ª revolución industrial.
Pero, ¿qué significa asumir las necesidades de esta llamada 4ª revolución industrial? ¿Qué puestos de trabajo desaparecerán y cuáles se crearán consecuencia de la digitalización?
Basta dar una mirada a la historia del desarrollo industrial para observar que a lo largo de siglo XX se ha ido produciendo un continuado debate entre una fuerza de trabajo cada vez más formada y una nueva tecnología que puede prescindir de sus habilidades. Un caso paradigmático sería el caso de los especialistas torneros, la aparición de las máquinas de CNC vinieron a prescindir de sus muy valoradas habilidades.
No es ya novedad que las tareas industriales rutinarias o de escaso valor añadido están sentenciadas, pero la digitalización va más allá de la industria, de modo que son varios los expertos que afirman que quedarán claramente afectadas muchas tareas que ahora son realizadas, por ejemplo, por funcionarios, administrativos, recepcionistas de hoteles, etc. También muchos dependientes de comercio pueden desaparecer a corto o medio plazo. Pero también puede incidir en trabajos mucho más sofisticados como, por ejemplo, los analistas financieros. Los cálculos y previsiones pueden resultar más fiables realizadas a partir de procesar multitud de datos gracias a las tecnologías Big Data y con la ayuda de soluciones de inteligencia artificial para el caso de las previsiones.
El catedratico Gregorio Martín Quetglas, experto en computación y robótica, en su libro titulado “Desempleo y bienestar en la era digital”, afirma que así como en la tercera revolución industrial, la nueva tecnología fue permitiendo la creación de nuevos puestos de trabajo que sustituían los que se destruían, la nueva era digital y del conocimiento será incapaz de crear, ni siquiera a largo plazo, los puestos de trabajo que destruya. De ser así, la teoría de la “destrucción creativa”, popularizada por el austriaco Joseph Schumpeter y a la que más de un analista hace referencia, ya no vale, poniéndose en cuestión las reflexiones de quienes presentan la nueva era digital como un modelo de más productividad y generación de riqueza. Si bien puede ser cierto respecto a la productividad, en lo que se refiere a la riqueza habrá que preguntarse quién va a beneficiarse de dicha riqueza. Tradicionalmente, la distribución de la riqueza se ha hecho a través de ocupación y salarios; si ya no es posible que haya ocupación para todos ¿habrá que empezar a buscar nuevas fórmulas de reparto?
En otro orden de cosas, si imaginamos los nuevos puestos de trabajo que esta era digital va a crear, no siempre está claro que todos exijan una gran formación.
Es cierto que serán necesarios un número relativamente reducido de profesionales de alta cualificación (los matemáticos tienen un buen futuro en este sentido), pero otros muchos es de suponer que bastará eso que se llama “nivel de usuario”. Al principio de la informática era obligado aprender a analizar las tareas y diseñar el programa correspondiente, pero la tecnología ha avanzado mucho desde entonces. Para un gran número de tareas existen programas estándar con los que trabajar se convierte casi en una rutina. Una experiencia personal: me bajé de la nube un programa de diseño 3D, yo tenía conocimientos muy escasos en este campo, sin embargo, en una tarde conseguí diseñar un juguete y prepararlo para poder ser impreso en una impresora 3D doméstica.
En todo caso, seamos optimistas, he leído en varios estudios que hay oficios que tienen garantizado su futuro. Se trata precisamente de los muy manuales o de los muy creativos. Como ejemplos citan peluqueros, cocineros o masajistas y también coreógrafos o artistas de teatro.
Es un consuelo...
eProject4, una ingeniería con sede en Berga (Barcelona), es una de las primeras empresas en implementar este sistma
Bossard presenta su apuesta por la tecnología para mejorar la cadena de suministro y la logística interna
El proyecto lo dirige el laboratorio UPVfab dentro del consorcio PIXEurope
La próxima edición se celebrará los días 15 y 16 de octubre de 2025
Comentarios