En conformidad con la Directiva Europea sobre Máquinas 2006/42/EC y el Reglamento de Máquinas (UE) 2023/1230, que la sustituirá en 2027, las máquinas no deben representar un peligro, incluso tras realizar una modificación. Para verificarlo, se lleva a cabo un análisis de riesgos como parte de la evaluación de conformidad CE. El marcado CE solo se puede fijar a la máquina si esta no representa ningún peligro.
El Reglamento de Máquinas describe el proceso de análisis de riesgos en términos muy genéricos. Se puede encontrar una descripción más exacta en la norma ISO 12100 – Evaluación del riesgo y reducción del riesgo. Esta norma define un proceso iterativo, en el que se identifican y evalúan los peligros. Los peligros inaceptables deben ser minimizados. El procedimiento para minimizar los peligros se divide en tres niveles: medidas constructivas, técnicas y organizativas. Es obligatorio seguir la secuencia de estos niveles.
¿Cómo se evalúa si un peligro es excesivamente alto y supone un riesgo? Según la Directiva sobre Máquinas, hay que tener en cuenta dos parámetros para evaluar el riesgo de un peligro, es decir, la magnitud de los daños y la probabilidad de una lesión. Estos dos parámetros se pueden dividir a su vez en otros parámetros, en función del proceso utilizado para evaluar el riesgo.
La evaluación de riesgos cuantifica el riesgo y lo expresa con un indicador de riesgo en forma de valor numérico. No hay especificaciones legales o normativas para el proceso. Las fuentes para los procesos pueden ser apéndices informativos en normas, informes técnicos de organismos normativos u otras publicaciones. En general, los procesos para la evaluación de riesgos se pueden dividir en tres clases:
Los peligros inaceptables se deben reducir aplicando las medidas apropiadas. Si no es posible aplicar medidas constructivas, se recurre a medidas técnicas.
Estas se implementan a menudo mediante sistemas de control de seguridad y están formadas por componentes seguros como sensores y actuadores de seguridad, así como un control de seguridad. Los componentes están disponibles con varios niveles de seguridad. Este define la robustez respecto a fallos peligrosos del componente y debe ser más grande cuanto mayor sea el peligro. El nivel necesario de seguridad se determina, por tanto, por medio de una evaluación del riesgo.
Las normas de seguridad funcional contienen procesos de evaluación de riesgos en apéndices informativos con el fin de determinar el nivel necesario de seguridad. La norma ISO 13849-1 designa el nivel de seguridad como un nivel de rendimiento PLr, mientras que la norma IEC 62061 describe el nivel de seguridad con SILCL (Safety Integrity Level).
El proceso descrito indica que la evaluación de riesgos se realiza dos veces con métodos diferentes y objetivos distintos: primero con el proceso 1 para evaluar el riesgo inicial y final de un peligro, y después con el proceso 2 para determinar el nivel de seguridad del sistema de control. Este procedimiento parece innecesariamente complejo. Sería más sencillo si un solo proceso definiera un indicador de riesgo y simultáneamente un nivel de seguridad para las medidas técnicas. Por este motivo, Leuze ha creado el proceso HARMONY (HAzard Rating for Machinery and prOcess iNdustrY) que cumple este requisito.
HARMONY se basa en el proceso numérico HRN (Hazard Rating Numbers) y determina un indicador de riesgo R mediante la multiplicación de los valores del parámetro. Los rangos de los valores del indicador de riesgo se asignan directamente a un nivel de rendimiento PLr según ISO 13849-1 y con un nivel SILCL (Safety Integrity Level) en conformidad con IEC 62061.
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