Ricciarelli SpA, empresa con más de 150 años de experiencia en la industria alimentaria, se ha consolidado como un líder mundial en soluciones de envasado, especialmente en el sector de la pasta.
Con un enfoque innovador y adaptable, Ricciarelli ha sabido mantenerse a la vanguardia de la tecnología, respondiendo a las necesidades de las marcas más importantes del mundo. Un ejemplo destacado de esta capacidad es su más reciente innovación: una máquina estuchadora horizontal para pasta larga, diseñada específicamente para garantizar un envasado sin defectos.
Este desarrollo ha sido posible gracias a la colaboración con OMRON, uno de los principales proveedores mundiales de sistemas de visión artificial.
El desafío que enfrentaba Ricciarelli era ambicioso: una conocida marca italiana de pasta requería una solución que asegurara una producción libre de defectos a gran escala. La solución debía ser rápida, eficiente y ofrecer un control preciso de la calidad. Gracias a la integración de las avanzadas tecnologías de visión artificial de OMRON, el resultado superó las expectativas.
La máquina estuchadora horizontal de Ricciarelli es capaz de procesar hasta 140 envases por minuto, lo que representa un logro significativo en términos de velocidad y precisión. Para lograrlo, el sistema utiliza dos cámaras inteligentes OMRON FHV7, situadas estratégicamente a ambos lados de los envases. Estas cámaras tienen la capacidad de gestionar y corregir errores de paralaje, garantizando así un sellado perfecto en cada caja.
Además, una tercera cámara de alta resolución se encarga de verificar la correcta impresión de los números de lote y las fechas de caducidad mediante un sistema de OCR/OCV (Reconocimiento Óptico de Caracteres).
Uno de los aspectos clave de esta solución es la capacidad de integrar todos los datos de producción directamente en el sistema de gestión empresarial de la marca. Esto permite un control total de todas las variables del proceso de envasado, desde el tamaño y el color de los envases hasta su correcto marcado y cierre.
Todo esto es gestionado desde la HMI (Interfaz Hombre-Máquina) de la máquina, que centraliza tanto el control como la visión del sistema en una única pantalla de fácil manejo. Además, se ha desarrollado una interfaz personalizada que permite a los operarios ajustar parámetros como fechas y números de lote, así como realizar otras tareas clave del proceso de producción.
Este nivel de integración y control no solo mejora la eficiencia de la producción, sino que también minimiza el riesgo de errores. Los operarios pueden detectar y solucionar problemas potenciales antes de que afecten a la calidad del producto final. Asimismo, la interfaz ofrece distintos niveles de acceso según los permisos de usuario, lo que garantiza que solo personal autorizado pueda realizar cambios críticos en el sistema.
El trabajo conjunto entre Ricciarelli y OMRON no solo ha permitido duplicar la capacidad de producción de la empresa, sino que también ha mejorado significativamente la seguridad y la calidad del proceso.
Giovanni Frosini, jefe de ventas regional de Ricciarelli, destacó que el proyecto fue un gran desafío, no solo por las altas expectativas del cliente, sino también por la rapidez con la que se debía implementar la solución. "OMRON nos proporcionó los componentes necesarios y toda la experiencia que necesitábamos. Solo tardaron seis meses desde el pedido hasta la entrega, así que estamos muy satisfechos", comentó Frosini.
Riccardo Biagioni, Key Account Manager Food & Commodities de OMRON, también elogió el éxito del proyecto, destacando que "desde el principio, abordamos este desafío como un esfuerzo conjunto. La cooperación entre nuestros equipos y la experiencia técnica de OMRON en visión artificial nos permitieron alcanzar los objetivos del cliente".
En definitiva, la colaboración entre Ricciarelli y OMRON ha dado lugar a una solución que no solo cumple con las exigencias de calidad del cliente, sino que también proporciona beneficios operativos claros. La combinación de tecnología avanzada y experiencia en el sector ha permitido a Ricciarelli seguir siendo un referente en la industria del envasado.
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