En el panorama actual, controlar una refinería u otro tipo de instalación de alto riesgo es cada vez más difícil. No sólo los costes cambian a cada minuto, como la energía, sino que además las normativas son más estrictas, y la seguridad tiene un peso cada vez mayor en esta ecuación. Para que los fabricantes de procesos tengan éxito en un mercado cada vez más competitivo, y al mismo tiempo puedan cumplir con las normativas, deben dejar de pensar en la seguridad como un coste y rediseñarla como un foco de beneficios.
La buena noticia es que, gracias a la digitalización, las analíticas y otras tecnologías habilitadas por el IIoT, las refinerías pueden crear un modelo de seguridad de circuito cerrado, que permita supervisar con precisión las brechas en sus operaciones, tanto de integridad como de rendimiento, evitando así posibles incidentes antes de que ocurran. En resumen, las empresas deben replantearse la forma en la que sus sistemas, sus softwares y sus soluciones mejoran la seguridad de sus personas, procesos y activos, al mismo tiempo que mejoran sus resultados.
Hasta hace poco, la seguridad y la rentabilidad de los procesos eran dos conceptos diametralmente opuestos. Proteger las personas, los activos y el medio ambiente de la fábrica es una necesidad que a menudo se considera un gasto. Pero conocer y controlar mejor los riesgos, de hecho, da lugar a operaciones más rentables, porque también ayuda a controlar los tiempos de inactividad (eficiencia), el mantenimiento (fiabilidad) y otros riesgos.
La clave para controlar las amenazas a la seguridad, la eficiencia, la fiabilidad y la rentabilidad de las operaciones es medir con precisión el rendimiento de cada pieza, cada unidad de proceso, cada área y de toda la planta, en tiempo real. Con el Industrial Internet of Things, ahora es el momento de ponerlo en práctica.
En primer lugar, los modernos sistemas instrumentados de control y seguridad industrial son más potentes, más rápidos y seguros que nunca. Aunque los sistemas instrumentados de seguridad no se conecten a Internet, pueden aprovechar la conectividad de la planta para recopilar y analizar rápidamente los datos, pudiendo así ayudar al personal a tomar decisiones operacionales y empresariales, de forma rápida y muy precisa, en tiempo real. Esto no sólo ayuda a mitigar los riesgos y a mejorar la seguridad, evitando los accidentes y las interrupciones inesperadas, sino que también les ayuda a entender los parámetros de seguridad de la fábrica, para que puedan maximizar la rentabilidad de sus operaciones.
Aunque la prevención de incidentes es siempre la prioridad número uno, los responsables deben tener en cuenta también cómo evitar los tiempos de inactividad imprevistos, reducir las interrupciones programadas y aumentar la eficiencia en otras áreas.
Por ejemplo, al automatizar digitalmente las pruebas del sistema seguridad de sus calderas, una compañía de petróleo y gas redujo un 50% el tiempo de testeo de aceptación en la fábrica y un 85% en el comisionado de la misma, lo que les permitió ganar cuatro días de producción. Esto equivale a 1,2 millones de producción. A un precio estimado de 50 dólares por barril, se trata de unos 60 millones de dólares de ingresos.
En segundo lugar, cuando los operadores de la planta pueden identificar, planificar y gestionar mejor los riesgos, no solo reducen la probabilidad de que se produzcan cortes de producción y tiempos de inactividad inesperados, sino que también tienen un mayor control sobre la rentabilidad operacional. Por ejemplo, los algoritmos IIoT, como las medidas de rendimiento dinámicas, pueden configurarse para identificar amenazas inminentes para los equipos y la seguridad, lo que permite a los operadores actuar antes de que se produzca un incidente y controlar los riesgos en tiempo real. Este enfoque continuo y de bucle cerrado de la seguridad impulsa mejoras cuantificables en la rentabilidad de las operaciones.
Los actuales sistemas instrumentados de seguridad pueden aprovechar los beneficios de los entornos habilitados por el IIoT incluso sin estar conectados al mundo exterior. Por ejemplo, muchas plantas que han emprendido su digitalización están utilizando los sensores y la conectividad para acercar activos y personas al transferir mejores datos operacionales.
Cuando las personas adecuadas disponen de los datos correctos en el momento oportuno y en el formato adecuado, son mucho más capaces de mejorar la seguridad de sus procesos y operaciones en tiempo real. Porque todos estos datos permiten analizar los eventos y evaluar el estado actual de sus operaciones, así como aplicar insights para identificar potenciales incidentes e incluso prevenirlos.
Al digitalizar los datos de seguridad y las suposiciones en una base de datos digital en el front end, la información crítica para la seguridad se vuelve utilizable, rápida de encontrar y fácil de usar. La información y los datos procesables de sistemas dispares de una operación pueden utilizarse para crear análisis que permitan encontrar y comparar las condiciones históricas y los patrones de rendimiento. Con esta información, los operarios pueden prevenir situaciones poco seguras antes de que se produzcan, lo que significa que se reduce el tiempo de inactividad de la planta y el tiempo dedicado al mantenimiento. Las tecnologías en la nube, que también reducen los costes de implementación, también pueden ayudar a los trabajadores, independientemente de su ubicación, a tomar mejores decisiones, a promover la colaboración (rompiendo los silos organizativos) y a aumentar el acceso a datos, métricas e informes importantes.
Según The Aberdeen Group, las empresas que combinan los sistemas de gestión de la seguridad con las analíticas obtienen un 9% más de márgenes en las operaciones. De esta forma, la seguridad pasa de ser un foco de costes a uno de beneficios. Con las herramientas y tecnologías adecuadas, es posible. Requiere un delicado equilibrio entre el aumento del rendimiento y la producción y la minimización de los errores humanos, pero el control continuo en bucle cerrado ayuda a gestionar ese equilibrio. Permite a las empresas dejar de gestionar los riesgos operativos y empresariales y empezar a predecirlos y controlarlos en tiempo real.
Hacer que las operaciones sean más seguras, más fiables, más eficientes y sostenibles permite a las empresas cumplir con las normativas más estrictas de salud y seguridad, y al mismo tiempo estar al paso de los ciclos comerciales más rápidos. Y, lo que es igual de importante, les permite impulsar mejoras cuantificables en su cuenta de resultados.
Sergio Vidal, Process Automation Sales Director for Spain,
and Portugal
Schneider Electric
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