Internet, Internet of Things (IoT), Industrial Internet of Things (IIoT)… desde que comenzó la era Internet se ha ido agregando diferentes términos a la palabra Internet para proveerla de mayores atributos, a medida que se ha extendido su uso a diferentes entornos empresariales e industriales. Por lo que no será raro que la lista de términos siga aumentando en el corto plazo.
Aunque el termino IoT/IIoT ahora está muy de moda, realmente ya hubo un primer dispositivo conectado en 1982. Se trataba de una máquina expendedora de refrescos situada en la Carnagie Mellon University, en Pensilvania. La idea surgió cuando estudiantes del departamento de ciencias de la computación tenían que atravesar todo el campus para comprar un refresco y muchas veces encontrarse que no quedaban latas en stock. Así que diseñaron un dispositivo que contaba las latas que quedaban en la maquina expendedora y lo conectaron al pc de su oficina a través de la red ARPANET, de la cual la Universidad formaba parte.
En 1983, ARPANET adoptó el protocolo TCP/IP y en aquel momento se creó la red Arpa Internet, que después se simplificó por Internet (International Net).
Sin embargo, no fue hasta 1999 cuando Kevin Ashton acuño el termino Internet of Things, para referirse a un sistema que conectaba los sensores RFID de la cadena de suministro de Procter & Gamble a Internet, de forma que se pudiera conocer en todo momento la situación de las máquinas y sus trayectorias, para posteriormente aplicar optimizaciones y mejoras. Ashton describió el termino Internet of Things como ´´un Sistema donde el mundo físico se conecta a Internet a través de sensores ubicuos”. Si bien el acrónimo IoT apareció después gracias a las redes sociales.
Fue años después, a finales de 2012, cuando General Electric empleo el término Industrial Internet of Things (IIoT) para referirse a la extensión del uso del término IoT a aplicaciones industriales y poco después crear su división GE Digital.
Desde entonces el número de dispositivos IoT instalados ha crecido exponencialmente hasta llegar en 2021 a un millón de equipos conectados cada hora. Una cifra que supone un total de 20.000 millones de dispositivos IoT conectados, según Gartner. Por otra parte, se estima que un 70% de los datos recogidos, finalmente no tendrán ninguna utilidad, pero sí tendrán un gasto considerable de almacenamiento en la nube o localmente, gasto de procesamiento, y consumo de ancho de banda entre otros. Tantos datos se recogen al minuto que también ha supuesto un crecimiento exponencial de los centros de datos necesarios para recogerlos, procesarlos y filtrarlos, aunque en muchos casos no se vaya hacer nada con ellos. Y a su vez un crecimiento también exponencial del Edge Computing, la Ciberseguridad y resto de tecnologías asociadas a las Industria 4.0.
Sin duda las tecnologías IoT ofrecen muchas ventajas, siempre que se vean como un conjunto de ´´herramientas´´ o medios tecnológicos para alcanzar un fin: optimizar la fabricación, reducir costes etc… Y no como un fin en sí mismo, que es lo que ocurre con las modas. Como decía un anuncio de neumáticos en 1995 (4 años antes del nacimiento del termino Internet of Things), donde aparecía un conocido velocista olímpico con tacones ´´la potencia sin control, no sirve de nada”. Y es que a pesar de las recomendaciones de buscar primero un ´´para que´´ y luego aplicar las nuevas tecnológicas siguiendo las mejores prácticas, nos encontramos en muchas ocasiones que primero se adoptan las tecnologías y luego se ve que podemos obtener de ellas.
Para la aplicación de las mejores prácticas, el estándar ANSI/ISA-95 (adoptado internacionalmente como IEC 62264) desde su origen en 1990 se ha impuesto globalmente y es reconocido como modelo de referencia para la integración de los sistemas de control de planta con los Sistema empresariales.
Sin embargo, la rápida revolución de la Industria 4.0 y el Internet of Things ha obligado a una revisión de estándar, para que incluya la integración de cientos de dispositivos diferentes con una amplia variedad de protocolos, entre las diferentes capas y en ´´tiempo real´´.
Concretamente se han actualizado y se siguen actualizando las partes 2 (revisada en 2017), 3 y 5 (revisada en 2018) y además se han incluido dos nuevas partes:
De forma que el estándar ISA S95 seguirá siendo válido incluyendo las nuevas tecnologías IIoT existentes.
Unos de los objetivos del Grupo Industria Conectada 4.0 de ISA Sección Española, es precisamente la difusión de las mejores prácticas aplicando la norma S95 para la integración de los sistemas de planta en los sistemas empresariales.
Págs. 14-15
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