La industria debe incorporar la inteligencia digital para adaptarse al nuevo mercado

Strategic Platform señala que el sector industrial se encuentra en un nuevo ciclo en el que ya no sirven las reglas tradicionales y, ante este contexto, ha resumido las tendencias de este año en su paper ‘Visión Industria 2025’.

En su presentación ante empresarios, Antonio Flores, CEO de Strategic Platform, ha señalado: “Las empresas que continúen operando con modelos rígidos quedarán atrapadas en un mercado que ya no funciona bajo los mismos esquemas”.
 

En su opinión, “el futuro pertenece a quienes sean capaces de integrar la inteligencia digital en sus modelos de negocio, redefinir la relación entre producto y servicio, diseñar estrategias flexibles que permitan evolucionar en entornos inciertos y transformar la industrialización en una ventaja competitiva real”.
 

“No es un escenario para quienes esperen certezas, sino para quienes están dispuestos a moverse rápido, transformar sus procesos y asumir que el liderazgo en la industria no se construye con inercia, sino con decisiones valientes. No se trata de adaptarse al cambio, sino de impulsarlo”, afirma Flores.
 

Según señala, las empresas exitosas del futuro no serán las que simplemente hayan adoptado tecnología, sino aquellas que comprendan cómo aprovechar la inteligencia digital para transformar sus modelos de negocio. 

Casos reales

La compañía ha mostrado distintos ejemplos en esta línea. Así, General Electric no vende motores de aviación; vende “horas de vuelo garantizadas” basadas en datos en tiempo real y mantenimiento predictivo; Netflix no almacena datos sin más; los usa para transformar la forma en que se consume entretenimiento; Tesla no solo produce automóviles, sino que redefine su fabricación y actualización mediante software y análisis en la nube, etc.
 

Por ello, argumenta que la inteligencia digital no solo transforma el negocio; redefine la viabilidad misma de las empresas. “Los CEOs más estrategas del mundo ya no se preguntan cómo digitalizar más rápido, sino cómo hacer que sus modelos de negocio sean imposibles de replicar sin esta tecnología”, señala Flores.

La diferenciación ya no radica solo en la calidad o el diseño, sino en la capacidad de generar experiencias completas y adaptables. “La interacción entre hardware, software y servicios permitirá que las empresas trasciendan su oferta inicial, creando modelos de negocio resilientes y orientados al cliente. Aquellas que no integren esta visión en su estrategia corren el riesgo de quedar relegadas a ser meros fabricantes de commodities”.

El viejo modelo donde el servicio era un extra del producto ha muerto. Hoy, las empresas más competitivas están invirtiendo en arquitecturas de servicio donde el producto es solo un componente de una oferta mucho más amplia.

Flexibilidad 

Por otra parte, eventos como la pandemia, la crisis energética y los cambios geopolíticos han demostrado que la flexibilidad no es solo una ventaja competitiva, sino una necesidad operativa. “Hoy, la estabilidad empresarial depende de la capacidad de adaptación rápida a entornos cambiantes y la implementación de modelos productivos dinámicos”, asegura el CEO de Strategic Platform, y en este sentido, las empresas deben desarrollar estrategias basadas en: procesos productivos flexibles; diversificación de fuentes de suministro; estrategias de nearshoring, relocalizando operaciones para minimizar riesgos logísticos y geopolíticos, y modelos contractuales dinámicos.

Además, la transformación del modelo relacional con el cliente será también clave. Empresas como Amazon, Alibaba y Tesla han demostrado que la clave del éxito no está en el producto en sí, sino en la capacidad de generar redes de valor donde múltiples actores colaboren en beneficio mutuo.

La gestión de la escasez es otro factor estratégico que determinará el éxito empresarial en los próximos años. “Vender mejor puede significar vender menos unidades, pero con un mayor nivel de rentabilidad y de diferenciación estratégica”, afirma Flores. Esta gestión de la escasez marca un cambio de paradigma, y el objetivo no es solo reducir el impacto de la escasez, sino transformar los procesos industriales y comerciales para convertirlos en modelos más sostenibles y escalables.

En este sentido, la inteligencia artificial permite diseñar productos con ciclos de vida más largos, optimizar el uso de materiales en tiempo real y desarrollar estrategias comerciales que respondan a la fluctuación de los mercados.

Asegura también el CEO que la tradicional ecuación de equilibrio entre calidad y precio está en crisis. La democratización de la tecnología y la mejora en los procesos productivos han reducido la brecha entre lo económico y lo premium.

“Aquí es donde la inteligencia artificial (IA) puede marcar la diferencia, puesto que permite desarrollar prototipos inteligentes y adaptativos desde el inicio, optimizando su rendimiento en tiempo real y aportando un valor diferencial al usuario”.

Por último, según Antonio Flores, la clave no está en lanzar más productos, sino en desarrollar modelos de negocio donde el producto sea solo un medio para ofrecer una experiencia de valor agregado.