La autonomía estratégica industrial se ha convertido en una prioridad ineludible para España y Europa en un contexto de transformación global marcado por la incertidumbre geopolítica, la transición digital y la carrera por la competitividad. En el marco del VII Congreso Nacional de Industria, los máximos responsables de algunas de las empresas más influyentes del país abordaron los desafíos y oportunidades que enfrenta el sector para garantizar su resiliencia y liderazgo en el escenario internacional.
Moderada por Rebeca Torró Soler, secretaria de Estado de Industria, la mesa destacó la importancia de construir un tejido industrial sólido, apoyado en innovación, colaboración público-privada y sostenibilidad. En el panel participaron Mercedes Oblanca, presidenta de Accenture España y Portugal, Rafael García Meiro, CEO de Aenor, Justin Corcho, CEO de Nippon Gases Iberia, Fernando Silva, presidente y CEO de Siemens España y Sergio Oslé, consejero delegado de Telefónica España y presidente de Movistar+.
Rebeca Torró inició el debate enfatizando que la autonomía estratégica no es un lujo, sino una obligación para garantizar la seguridad económica y la soberanía tecnológica de España y la Unión Europea. Según señaló, el anteproyecto de Ley de Industria, actualmente en trámite parlamentario, busca establecer un marco que permita a España liderar la transformación industrial y energética en Europa.
El concepto de autonomía estratégica abarca desde la recuperación de cadenas de valor hasta la inversión en tecnologías críticas. Para Torró, “esta ley debe convertirse en una herramienta de país, un pilar sobre el cual construir el futuro industrial”.
Mercedes Oblanca destacó el papel transformador de tecnologías como la inteligencia artificial y los gemelos digitales. Estas herramientas, según Oblanca, no solo mejoran la resiliencia de las cadenas de suministro, sino que permiten optimizar procesos a lo largo de todo el ciclo de vida de los productos, desde el diseño hasta el mantenimiento. “La clave está en crear redes colaborativas que integren proveedores, fabricantes y distribuidores, fomentando la trazabilidad y la toma de decisiones basadas en datos”, añadió.
Sin embargo, Oblanca también advirtió sobre el bajo nivel de madurez digital de muchas empresas, especialmente pymes, y subrayó la necesidad de acelerar la digitalización para mantener la competitividad.
Por su parte, Sergio Oslé alertó sobre la pérdida de competitividad de Europa frente a otras regiones del mundo. Según datos compartidos por Oslé, el peso de Europa en el PIB global se ha reducido a la mitad en los últimos 20 años, al igual que su representación en el índice Fortune Global 500.
“El desafío está claro: debemos invertir más en tecnologías emergentes como la inteligencia artificial, fomentar la colaboración público-privada y priorizar la educación en carreras STEM”, afirmó. Para Telefónica, esta transformación pasa por el despliegue de redes avanzadas, como el 5G y el edge computing, que están sentando las bases de una nueva revolución industrial.
Rafael García Meiro destacó la importancia de la sostenibilidad y el buen gobierno corporativo en el marco de la autonomía estratégica. “Una empresa mal gobernada no puede ser sostenible, y sin sostenibilidad no podemos hablar de autonomía estratégica”, afirmó. García Meiro resaltó que España se encuentra en una posición de liderazgo en certificaciones de calidad, un reflejo del esfuerzo continuo de las empresas por mejorar sus estándares.
Además, el CEO de Aenor elogió el enfoque del anteproyecto de Ley de Industria, que reconoce y pone en valor las certificaciones ya existentes, evitando duplicidades regulatorias y fomentando la mejora continua.
Justin Corcho destacó el potencial de España como líder en transición energética. Con abundantes recursos renovables como el sol y el viento, y un marco regulatorio cada vez más estable, España está bien posicionada para atraer inversiones y consolidarse como un referente en energías limpias. “La transición energética debe ser sostenible, pero también rentable. Las soluciones industriales no pueden depender exclusivamente de subvenciones; deben ser económicamente viables”, subrayó.
Corcho también hizo un llamado a agilizar los procesos de permisos y a reducir los tiempos de tramitación, que actualmente pueden extenderse durante años, ralentizando el desarrollo de proyectos clave.
Durante su intervención, Fernando Silva, presidente y CEO de Siemens España, enfatizó la necesidad de actuar con urgencia para impulsar la reindustrialización en España y Europa. Según el directivo, la pérdida de competitividad industrial ha sido una constante en las últimas décadas, y el país no puede permitirse seguir debatiendo sin tomar medidas concretas. “Europa ha perdido competitividad y capacidad industrial en los últimos años. España, en particular, ha visto una reducción significativa del peso de su sector industrial en la economía. No podemos seguir discutiendo los mismos temas durante meses; necesitamos sentido de urgencia para acelerar la reindustrialización”, afirmó. Silva destacó que la clave para revertir esta situación pasa por tres pilares: una mayor inversión en innovación, la colaboración entre empresas para generar ecosistemas industriales sólidos y el fortalecimiento del talento técnico y científico. “Sin innovación, sin capital y sin talento, seguiremos perdiendo terreno”, advirtió.
En cuanto a las herramientas que permitirán reforzar la autonomía estratégica de la industria, Silva subrayó la importancia de la digitalización y su aplicación en los procesos productivos. “La digitalización es un pilar fundamental para la autonomía estratégica, pero debemos enfocarnos en tres aspectos clave: conectividad, inteligencia artificial y ciberseguridad”, explicó. Según el CEO de Siemens España, aún hay un amplio margen de mejora en la optimización del uso de datos industriales, y tecnologías como la inteligencia artificial y el gemelo digital permitirán a las fábricas mejorar la eficiencia operativa en tiempo real. No obstante, advirtió que la digitalización debe ir acompañada de una estrategia de ciberseguridad robusta para proteger los sistemas industriales en un entorno cada vez más interconectado. “Sin ciberseguridad, la digitalización puede convertirse en una vulnerabilidad en lugar de una fortaleza”, concluyó.
El déficit de talento cualificado fue otro de los retos destacados por los ponentes. Oblanca recordó que más del 60% de los empleos en los próximos años requerirán una reconversión de habilidades, lo que pone de manifiesto la necesidad de invertir en formación profesional y educación STEM. Accenture, Telefónica y Siemens están liderando iniciativas en este ámbito, desde programas de formación hasta alianzas con universidades y centros de investigación.
“Retener y desarrollar talento no es solo una cuestión de competitividad, sino de supervivencia. España tiene la capacidad de convertirse en un polo de atracción para profesionales altamente cualificados, pero necesitamos crear las condiciones adecuadas”, señaló Silva.
La mesa de CEOs concluyó con un mensaje optimista. Los participantes coincidieron en que España tiene una oportunidad única para liderar la transición hacia una economía más sostenible y digital. El éxito, sin embargo, dependerá de la capacidad de todos los actores—gobierno, empresas y sociedad—de trabajar juntos hacia un objetivo común.
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Este artículo aparece publicado en el nº 561 de Automática e Instrumentación págs. 28 a 30.
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