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La revolución digital llega a la planificación urbana

IA y ciudad: El amanecer de una nueva era en el urbanismo

Ia urbanismo
El progreso de la IA plantea nuevas preguntas y desafíos, pero, como en otras revoluciones tecnológicas, la adaptación será clave para su integración exitosa en la planificación urbana.
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Estamos al borde de una revolución tecnológica sin precedentes, donde la inteligencia artificial (IA) emerge no solo como una herramienta más, sino como el catalizador que podría redefinir la humanidad misma. Al igual que el fuego, la rueda o la electricidad, la IA representa un salto evolutivo en nuestra capacidad para transformar el mundo que nos rodea. En campos tan diversos como la medicina, la ingeniería y el urbanismo, su impacto comienza a sentirse, pero es solo el preludio de lo que está por venir.

 

En el municipio de Villa Serena, un lugar enclavado entre montañas y valles verdes, la vida parecía discurrir sin grandes sobresaltos. Era un lugar donde el tiempo avanzaba a un ritmo propio, lejos del bullicio y las tendencias globales. Sin embargo, para Julián Herrera, el alcalde de aquel municipio, esa calma era solo una fachada. Cada día enfrentaba desafíos que los habitantes rara vez veían: una infraestructura anticuada, falta de inversión en transporte público, y problemas habitacionales que amenazaban con transformar la idílica vida rural en una carga insostenible. Como alcalde, se sentía constantemente abrumado, y la esperanza de poder cambiar las cosas se desvanecía con cada reunión con el ayuntamiento.

 

Julián había sido un ferviente defensor del progreso durante su campaña electoral, convencido de que el futuro de Villa Serena dependía de modernizarse. Pero dos años después de asumir el cargo, los proyectos parecían más trabas que avances. Se sentaba en su despacho, en medio de informes sobre proyectos estancados y quejas de los ciudadanos, sintiendo el peso del cargo sobre sus hombros.

 

Una tarde, mientras revisaba correos electrónicos, uno llamó su atención. El remitente era desconocido: "AETHER: Urbanismo inteligente". Julián frunció el ceño, intrigado, y abrió el mensaje.

 

"Estimado alcalde Herrera,
Le presentamos AETHER, una inteligencia artificial diseñada para transformar las ciudades mediante análisis avanzados de datos y optimización de recursos. AETHER ya ha sido implementada con éxito en ciudades como Singapur, Doha y San Francisco, logrando mejoras sustanciales en movilidad, planificación urbana y sostenibilidad.
Estamos buscando ciudades emergentes que deseen mejorar su infraestructura con nuestra tecnología. Nuestra fase beta es completamente gratuita, y creemos que Villa Serena podría beneficiarse enormemente de nuestra herramienta. Si está interesado, no dude en contactarnos".

 

Julián leyó el mensaje varias veces, desconfiando. Una IA que resolvía problemas urbanos. La sola idea de dejar que una máquina sugiriera cómo debía dirigir su municipio le parecía demasiado arriesgada. Sus compañeros en el ayuntamiento, especialmente los más veteranos, lo ridiculizarían solo por mencionarlo. Pero algo en aquel mensaje le hacía pensar que podría ser lo que necesitaba. Había oído hablar de Singapur y su eficiente infraestructura, de cómo San Francisco estaba liderando el camino en sostenibilidad. ¿Podría una IA realmente funcionar en un lugar como Villa Serena?

 

Esa misma tarde, en una reunión del ayuntamiento, Julián decidió mencionar la oferta de AETHER. Como había previsto, la reacción fue inmediata.

 

—¿Una inteligencia artificial? —dijo Ernesto, el regidor de obras públicas, soltando una risa sarcástica—. ¿Y qué será lo siguiente? ¿Que una máquina nos diga cómo plantar patatas también?

—El problema, Julián —añadió Marta, la concejala de urbanismo, con tono serio—, es que estás buscando una solución fácil. Esto no es San Francisco, ni Singapur. Aquí tenemos nuestras particularidades.

—No estoy diciendo que debamos implementar nada de inmediato —respondió Julián, sintiendo cómo la reunión se le escapaba de las manos—. Solo sugiero que lo probemos. Es gratuito, y podría darnos ideas que no hemos considerado. No perdemos nada.

 

Pero la mayoría de los presentes ya había tomado su decisión. Para ellos, la tecnología de vanguardia no tenía cabida en un lugar como Villa Serena. Julián, sin embargo, no estaba dispuesto a rendirse tan fácilmente. Tras la reunión, con una mezcla de frustración y determinación, decidió ponerse en contacto con los responsables de AETHER.

 

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La IA se presenta cómo un gran aliado para los retos que presenta el urbanismo del futuro.

 

Al día siguiente, recibió una respuesta rápida y clara: el software estaba listo para ser activado, y uno de los ingenieros de AETHER se ofreció a guiarle en los primeros pasos. Con un poco de temor, pero también con esperanza, Julián aceptó.

 

El ingeniero, un hombre joven y apasionado llamado Marcos, le explicó que AETHER funcionaba mediante la recopilación de datos geoespaciales, históricos y demográficos, analizando patrones de tráfico, infraestructura y comportamiento ciudadano. Lo primero que debían hacer era cargar toda la información disponible sobre Villa Serena: mapas, censos, registros de transporte y más.

—No te preocupes si no tienes toda la información completa —dijo Marcos con una sonrisa—. AETHER es muy buena llenando los huecos.

 

Durante los primeros días, Julián trabajó mano a mano con Marcos, subiendo datos y probando pequeños módulos del software. Lo que al principio parecía solo una serie de algoritmos complejos y mapas interactivos pronto comenzó a mostrar su verdadero potencial. AETHER le mostraba patrones en el tráfico de los que nunca había sido consciente. Identificaba áreas de la ciudad donde una pequeña intervención podría tener un impacto enorme, como la mejora en ciertas rutas de autobuses o la creación de zonas peatonales en áreas congestionadas.

 

Pero fue al cabo de una semana cuando ocurrió algo que cambiaría la forma en la que Julián veía su trabajo como alcalde.

 

AETHER le mostró una simulación que proyectaba el crecimiento de Villa Serena en los próximos diez años. Lo que descubrió fue alarmante: si no tomaban medidas inmediatas, el municipio se enfrentaría a un colapso en su infraestructura. Los pequeños problemas actuales, como el tráfico y el acceso limitado a servicios básicos, crecerían exponencialmente, y en una década Villa Serena se convertiría en un lugar casi inhabitable para su creciente población.

 

Más sorprendente aún, AETHER no solo señalaba los problemas, sino que proponía soluciones específicas: desde la creación de un nuevo parque industrial en las afueras para descentralizar el tráfico, hasta la implementación de un sistema de transporte público con rutas optimizadas que reducirían los tiempos de viaje en un 30%. Incluso sugirió la instalación de paneles solares en las áreas más soleadas del municipio para generar energía limpia y reducir los costos.

Julián quedó atónito. Estas eran ideas que ni él ni su equipo habían considerado. No porque fueran imposibles, sino porque simplemente no habían tenido la capacidad de ver el panorama completo como lo hacía AETHER.

 

Sin embargo, cuando compartió estos hallazgos con el ayuntamiento, las reacciones fueron mixtas. Algunos seguían sin confiar en la tecnología, mientras que otros comenzaban a ver el potencial.

 

—¿Y si nos equivocamos al confiar en esta máquina? —preguntó Marta, siempre escéptica—. ¿Y si los datos están mal?

 

—Los datos no mienten, Marta —respondió Julián—. Lo que AETHER nos está mostrando es algo que todos sabemos, pero que nunca hemos querido enfrentar. Nuestro municipio necesita cambiar, y tenemos la oportunidad de hacerlo de la mejor manera posible.

 

Al final, lograron convencer al ayuntamiento de hacer una prueba en pequeña escala. Implementaron algunas de las sugerencias de AETHER en zonas específicas: mejoraron una ruta de autobuses, reorganizaron el tráfico en una intersección clave, e instalaron paneles solares en el ayuntamiento. Los resultados fueron inmediatos y sorprendentes. Los tiempos de desplazamiento se redujeron, la satisfacción ciudadana aumentó, y los costos de energía bajaron considerablemente.

 

Con el tiempo, incluso los más críticos comenzaron a confiar en AETHER. El municipio de Villa Serena se transformaba poco a poco en un ejemplo de urbanismo moderno y eficiente, algo que nunca habrían logrado sin la IA.

Un día, mientras Julián revisaba los últimos informes de progreso generados por AETHER, se detuvo en una línea de código que no había notado antes. Marcos, que estaba con él, frunció el ceño.

 

—Eso no debería estar ahí —murmuró, y comenzó a investigar.

Después de un rato, descubrieron algo sorprendente: AETHER había estado aprendiendo y adaptándose de una manera que ni siquiera sus creadores habían previsto. La IA había comenzado a tomar decisiones basadas en factores que no estaban programados inicialmente, anticipando no solo el crecimiento urbano, sino también las necesidades emocionales y sociales de la comunidad.

En otras palabras, AETHER no solo estaba mejorando el municipio en términos de infraestructura, sino que también estaba ayudando a crear una comunidad más cohesionada y feliz, algo que ni Julián ni su equipo habían contemplado.

El alcalde sonrió, contemplando el futuro. Había dudado al principio, pero ahora entendía que el verdadero poder de la IA no era solo en la mejora física del municipio, sino en cómo podía ayudarles a ver más allá de lo inmediato, a construir un futuro mejor para todos.

 

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La IA avanza hacia una era en la que podría transformar el urbanismo tal como lo conocemos, superando nuestras limitaciones humanas.

Esta historia se ha repetido una y otra vez a lo largo de la historia de la humanidad. En la época en que éramos nómadas, muchos dudaban de que algún día pudiéramos establecer asentamientos permanentes. Lo mismo ocurrió cuando comenzamos a usar el fuego para calentarnos; no faltaron aquellos que señalaban todos los posibles riesgos y problemas. Sin embargo, una y otra vez, el ingenio y la adaptación prevalecen.

 

Quizá tú como lector ya estes pensando que problemas podría dar AETHER como software de Inteligencia Artificial dirigiendo el urbanismo y las infraestructuras de una ciudad. ¿Tendrá sesgo político? ¿Puede ser hackeado? ¿Los políticos le darían el uso correcto? Si eres de este grupo ya sabes donde estarías el día que inventaron el fuego. 

 

Como es natural, surgirán desafíos asociados, pero, como ocurre con cualquier innovación, con el tiempo se irán perfeccionando. Actualmente, ya existen organizaciones como OpenAI que promueven la colaboración y la transparencia en el desarrollo de Inteligencias Artificiales, compartiendo los avances de manera abierta y poniendo a disposición de la comunidad científica sus descubrimientos. Estas instituciones jugarán un papel crucial para asegurar que el progreso de las IAs beneficie a la sociedad de manera justa y accesible. Por ejemplo, si un software como AETHER tuviera un costo de 50 millones de euros, solo las ciudades más ricas podrían adquirirlo, profundizando la brecha de desigualdad. Sin embargo, si OpenAI, u otra organización similar, lograra hacer este software asequible para el ciudadano común, podría mejorar la supervisión del trabajo de los políticos, garantizando que las decisiones sean realmente respaldadas por la IA.

 

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Quizá la IA nos sorprenda con diseños que se nos escapan de nuestra comprensión.

El filósofo de Oxford y principal pensador sobre la IA, Nick Bostrom, define la Super Inteligencia Artificial como “un intelecto que es mucho más inteligente que los mejores cerebros humanos en prácticamente todos los campos, incluida la creatividad científica, la sabiduría general y en las habilidades sociales”; y por supuesto en nuestro tema del artículo: el urbanismo. La superinteligencia artificial abarca desde una computadora que es solo un poco más inteligente que un humano hasta una que es trillones de veces más inteligente, en todos los aspectos. 

 

Poniéndolo en una escala de inteligencia si una hormiga tiene un nivel 1, un primate 8 y un humano 10, está claro quién está más capacitado para hacer un plan urbanístico. Sí incluimos la IA en esta misma escala quizá en un futuro próximo pueda tener un nivel de 1000. ¿Qué nos hace pensar que nosotros con un nivel 10 vamos a hacerlo mejor? Igual que para una hormiga o un primate es imposible pensar aspectos como el cálculo estructural o un análisis de tráfico es probable que la IA tomará en cuenta aspectos que ni siquiera nosotros podamos imaginar.

 

La llegada de la singularidad o la inteligencia artificial superinteligente (A.S.I.) es un tema recurrente en los debates entre científicos y físicos de todo el mundo. Algunos expertos en IA sugieren que este evento podría ocurrir hacia el año 2060. Aunque esta fecha es especulativa y refleja solo la opinión de la comunidad científica, ofrece una referencia sobre el consenso entre los especialistas: muchos coinciden en que 2060 podría ser una estimación razonable para la aparición de una A.S.I. con el potencial de transformar el mundo. Esto nos sitúa a tan solo 35 años de un posible cambio trascendental.
 

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Un prompt es una instrucción o sugerencia que guía a una inteligencia artificial a generar respuestas o contenido específico.

Por lo tanto, es sensato mantener una observación constante sobre estas tecnologías emergentes de inteligencia artificial, reconociendo que nos encontramos ante una industria en pleno desarrollo que, sin duda, está llamada a revolucionar tanto el ámbito del urbanismo como muchos otros aspectos de nuestra vida cotidiana.

 

Por cierto, esta historia no la he escrito yo, lo ha hecho la IA a través de Chat GPT 4.o. Este es el prompt que he utilizado:

 

“Escribe una historia de ciencia ficción (pero sin pasarse) del alcalde de un municipio que descubre un software de IA nuevo de urbanismo que está en fase beta pero ya funciona en ciudades como Doha, Singapur o San Francisco. El alcalde quiere mejorar el municipio a través del urbanismo y tiene dudas si aplicar esta IA. Sus compañeros no creen en que una IA pueda dirigir el municipio. Sin embargo, al probarlo descubre problemas y soluciones que ni siquiera había contemplado.”

 

Igual en un futuro cercano el prompt pueda ser este:

“Define cuales son las líneas de crecimiento de este sector urbano para mejorar la calidad de vida de los humanos, mascotas y vegetación del municipio. Define las nuevas infraestructuras como carreteras, saneamiento, rutas de transporte público y otros aspectos que veas clave considerar. Ten en cuenta la viabilidad económica, la sostenibilidad y un equilibrio de uso del suelo que garantice la máxima felicidad para los nuevos habitantes”


 

[*] Fuentes:

Nick Bostrom - Superintelligence: Paths, Dangers, Strategies

Nick Bostrom – How Long Before Superintelligence?

Ray Kurzweil – The Singularity is Near

Papers y artículos:

Tim Urban - Wait but Why - The AI Revolution

Stephen Hawking – Transcending Complacency on Superintelligent

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Vicente Molina Domínguez

Arquitecto e Ingeniero de la Edificación

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Este artículo aparece publicado en el nº 558 de Automática e Instrumentación págs. 20 a 25.

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