Digitalización e inteligencia artificial industrial: impulsando la transición energética

Actualmente, los datos son la clave de la transformación digital de la industria. Su valor aumenta de forma exponencial. Por este motivo, es innegable el potencial de la Inteligencia Artificial (IA) para transformar los entornos industriales. Se ha convertido en una sofisticada herramienta para tomar decisiones. Aunque para muchas empresas la adopción a gran escala de la IA sigue siendo un obstáculo, hay que empezar por aplicar la IA allí donde sea más relevante para cada empresa.
 

¿Qué ventajas aporta la digitalización y la IA industrial a corto plazo?

La IA integra modelos de datos que permiten predecir comportamientos del sistema, optimizar costes y prever la demanda. Sus motores identifican patrones de forma autónoma para entender lo que está ocurriendo en el presente y lo que podría ocurrir en el futuro.  

De esta forma, se pueden minimizar o eliminar problemas, como posibles defectos en los productos. Todo ello permite tomar decisiones de forma más rápida y precisa.  
 

Para resumirlo, podríamos agrupar las ventajas de la IA en el sector industrial de la siguiente manera: 
 

1. Ayudan a reducir las emisiones de carbono: La IA puede optimizar procesos que consumen mucha energía. Por ejemplo, Gradska Toplana, empresa de calefacción urbana en Croacia, utiliza el sistema de energía urbana de Schneider Electric con AI Load Forecasting para predecir las necesidades de calefacción, optimizar el uso de la energía, reducir los costes operativos y de mantenimiento y reducir las emisiones.
2. Optimizar la demanda de energía: La IA puede gestionar microgrids y estaciones de carga de vehículos eléctricos, garantizando un uso eficiente de la energía, y evitando las horas punta de demanda. Mediante softwares que optimizan el suministro y la demanda de energía, analizando datos de diversas fuentes, ayuda a las empresas a acercarse al objetivo Net-Zero.
3. Mejorar la eficiencia operativa: Al aprovechar el poder analítico de la IA, las empresas pueden optimizar los procesos, minimizar el tiempo de inactividad y mejorar su rendimiento. El gigante energético español Acciona es un ejemplo del potencial transformador de la IA para impulsar la eficiencia operativa. Junto con AVEVA, Acciona implementó el Sistema PI, una plataforma de gestión de datos que se integra perfectamente con las aplicaciones de IA, lo que resultó en un notable aumento del 20% en la eficiencia operativa. También lograron una reducción del 4,6% en el consumo de energía para una bomba de alta presión específica y evitaron tres paradas completas de la fábrica al predecir de forma anticipada los problemas.

Actualmente, el sector industrial está en fase de adopción acelerada de la inteligencia artificial. Pero, si bien muchas empresas ya están utilizando la IA en cierta medida en sus operaciones, aún estamos en las etapas iniciales. La integración completa de la IA en los procesos industriales requiere una combinación de inversiones, formaciones y cambio cultural en las empresas. 

Sin duda, el uso de la IA seguirá creciendo y desempeñará un papel cada vez más importante en la optimización de las operaciones y la mejora del rendimiento industrial. Con un esfuerzo conjunto y medidas de apoyo, podemos capacitar a la industria energética para encabezar la transformación de los sistemas energéticos. El cambio gradual ya no es suficiente. Debemos aprovechar la IA para revolucionar la producción y el consumo de energía, allanando el camino hacia un planeta más limpio y un futuro sostenible para todos.