Digitalización, la clave para seguir siendo competitivos

El 13 y 14 de octubre tuvo lugar en formato online el IV Congreso Industria Conectada 4.0 en el que la industria del automóvil contó con gran protagonismo. A continuación les resumimos las principales conclusiones de la mesa sectorial dedicada a este sector, que contó con la intervención de representantes de Renault, Stellantis y CIE Automotive.

El sector de la automoción es un sector clave en la industria en España y todos estamos muy sensibilizados con él, puesto que mueve a muchas empresas en toda la cadena de suministro. Así comenzó hablando María González, Managing Director en Accenture, la encargada de moderar la Mesa Sectorial de Automoción del IV Congreso Industria Conectada 4.0, que tuvo lugar en formato online entre el 14 y el 15 de octubre. “Es un sector que está haciendo un cambio profundo en el que se está produciendo una transformación industrial enorme hacia la electrificación, que sabemos que es un tema clave porque cambia la naturaleza de las propias empresas”, apostilló. Una reflexión que confirmó María Concepción Caja, Directora de Comunicación Corporativa e Interna de Stellantis, al afirmar rotunda que “la digitalización es toda una revolución. La sociedad en la que estamos no se concibe ya sin estar conectados. Los vehículos cada vez tienen más elementos autónomos, cuentan con hasta 19 elementos de ayuda a la conducción, incluso los comerciales. Por tanto, evidentemente, la digitalización es fundamental: desde el diseño, pasando por el proceso de fabricación, hasta que se vende y en el servicio de posventa”. Así, las tres fábricas con las que cuenta en España Stellantis (Villaverde, Vigo y Zaragoza) han ido hacia el modelo de la Industria 4.0 para disponer de la tecnología punta y la digitalización máxima para que se puedan obtener los mejores resultados y la mayor eficacia. “Ya no existen dos coches iguales, están muy personalizados para cada cliente y eso es complicado de organizar en fábrica”, continúó la directora de comunicación del grupo, “la digitalización es como un gran ballet que hace que todo sea más fácil en cuanto a ergonomía, eficacia y resultados”.

Por su parte, Ernesto Salas, Director de Relaciones Institucionales en Renault, explicó que la industria del automóvil está en un proceso de transformación estructural. “No es por causa de la Covid, la pandemia ha acelerado o frenado algunas cosas, pero estructuralmente nos encontramos en una transformación hacia vehículos electrificados, conectados, autónomos, compartidos y nada de eso funcionaría sin el pegamento de la digitalización, es absolutamente imprescindible”. Y añadió: “Por eso hace dos años empezamos a oír cosas como el Internet de las Cosas, la Inteligencia Artificial, el 5G… que en sí mismas no solucionarían nada si no están adecuadamente adaptadas. Desde el punto de vista industrial existen una serie de ‘sueños’: los industriales sueñan con la flexibilidad, con mejorar la calidad… y todos esos sueños la Industria 4.0 es capaz de convertirlos en realidad. Pero la digitalización en sí es solamente un catalizador de la transformación, no es una finalidad en sí misma. En definitiva, la digitalización afecta a todo, desde el diseño hasta la industrialización y desde que el cliente hace un pedido hasta que se entrega el vehículo”. En su opinión, nos encontramos en ese punto en el que los siguientes pasos van a estar más relacionados con la utilización del dato, es decir, “ahora somos capaces de captar una enorme cantidad de datos por segundo y posiblemente el siguiente paso va a ser la utilización de la Inteligencia Artificial para la simulación, predicción y la toma de decisiones. Todo eso con un paraguas que es el de la ciberseguridad, que debe acompañar completamente a todo el proceso de digitalización en todos los ámbitos en los que se aplica”. Y respecto a las barreras que nos encontramos a la hora de digitalizar los procesos, la principal la tenemos hoy en día dentro, “haciendo que tu propio personal trabaje de forma distinta. Para las empresas como la nuestra, con un largo historial, la capacitación de nuestro personal es fundamental, a veces es difícil dejar la ‘libreta’ atrás”, manifestó Salas, quien también se refirió a la crisis sanitaria como acelerador en determinados procesos de digitalización.

Por último, Lorea Aristizabal, Directora de Desarrollo en CIE Automotive, reconoció que los proveedores están viviendos este proceso de digitalización  de manera diferente: “Cuando hablamos de tecnología hay que hacernos una pregunta importante, sobre todo en nuestro entorno, en el de la pequeña y mediana empresa: ¿hasta qué punto la tecnología per se, con su implantación masiva, es siempre la respuesta correcta? Yo creo que hay que hacer un análisis global en tres pasos, analizar la tecnología en sí, analizar cómo aplicarla en nuestras propias circunstancias y ver el valor que le va a generar a cada uno. La respuesta va a ser diferente y esa gradual o parcial aplicación de una misma tecnología creo que puede tener un sentido determinado en un tipo de compañía  o en un proveedor o en una empresa más grande o más pequeña”. Sin embargo, según indicó, todas tienen una cosa en común, la tecnología y todas las iniciativas de Industria 4.0 ya nos han demostrado que nos hacen mejores desde el punto de vista competitivo. “Estamos en una industria en la que hay un enorme exceso de capacidad estructural y en un entorno como ese la competitividad es tu única forma de supervivencia, con lo cual es un aspecto clave y vital. Y respecto a los retos tecnológicos, yo creo que nuestros clientes nos ponen un grandísimo reto tecnológico, además del propio de seguir su demanda, también tenemos medio ambiente, legislación, esa necesidad de hacer nuestra actividad industrial cada día  más sostenible, reducir nuestra huella ambiental. Sin ninguna duda, creo que eso lo tenemos todo claro, la tecnología es la mejor palanca que todos tenemos”. Aristizabal también quiso poner en valor todo lo que han hecho lo proveedores dentro del sector de la automoción durante todo este tiempo y con un único objetivo: darles a los constructores los productos de mayor calidad siendo competitivos en costes. “Creo que como conjunto de industria hemos hecho un grandísimo trabajo. La tecnología va a seguir siendo la palanca para mantener esa competitividad que henos ganado y que no podemos perder en este mercado global. “Estoy segura de que lo vamos a conseguir”, concluyó.

págs. 26 a 28.