La discusión sobre el vehículo eléctrico tiene diferentes perspectivas. Las subvenciones, beneficios fiscales y préstamos para la compra de un vehículo eléctrico que se dan en muchos países pueden llevar a suponer que este tipo de vehículos se han convertido o se convertirán en automóviles con costes realmente competitivos respecto a los automóviles convencionales. Pero, ¿es esto cierto?
Para dar respuesta a esta pregunta convendría analizar diversos aspectos, pero parece que el factor más importante a tener en cuenta es el precio de las baterías.
En un estudio publicado en un bloc especializado de Internet se analiza la competitividad basándose precisamente en el precio en dólares de un kWh utilizando baterías de litio-ion. Por supuesto que es de suponer que otras tecnologías pueden llegar al mercado en el futuro, como por ejemplo las baterías de litio-aire, pero, hoy por hoy, las baterías más comunes en los coches eléctricos son las de litio-ion. Actualmente, los precios medios de estas se sitúan más o menos entre los 400 y 450 euros/kwh. Este precio incluye el ciclo de vida de la batería y los costes para el usuario. En principio, pues, parece que un coche eléctrico no puede competir con uno convencional, porque solo el coste de la batería de un coche eléctrico común viene a situarse entre 8.800 y 9.900 euros.
Un ejemplo: suponiendo un precio de la gasolina de 1,5 €/l, un conductor de un coche convencional podría comprar entre 6.822 y 7.675 litros de gasolina, y suponiendo un consumo promedio de 4 litros por 100Km resultará que hasta después de rodar cerca de 2.000 km no habrá pagado el coste suplementario que ha implicado la batería. El precio del Focus totalmente eléctrico de Ford está fijado por esta compañía en 39.995 dólares. Un sustituto comparable con motor de gasolina cuesta alrededor de 25.000 dólares. Esta diferencia hace que aún sea bastante mayor la cantidad de dinero disponible para la compra de combustible. Todo ello sin olvidar que alimentar las baterías también tiene un coste, incluso si solo un kWh cuesta alrededor de 0,14 euros. Como resultado, la compra de un coche eléctrico con los precios actuales de las baterías tiene una desventaja monetaria clara respecto a los coches convencionales.
Por lo tanto, para que los coches eléctricos resulten competitivos, los precios de las baterías tendrán que disminuir significativamente. Con costes de la batería en torno a los 200 euros kW, los precios de los vehículos eléctricos ya serían más competitivos, de forma que la batería podría amortizarse mucho antes. Hay que señalar que las cifras expuestas están basadas en las baterías actuales. Informes recientes de empresas consultoras afirman que el citado precio de $ 200/kwh (155 euros/kWh) se alcanzará en el año 2020. De ser así, entonces el coche eléctrico será ya muy competitivo, y aun lo será más si, tal como vaticinan algunos expertos, los combustibles serán cada vez más caros.
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