Francisco Cuervas, CEO de Ghenova, comparte la trayectoria de la empresa que, tras cuatro décadas, se ha convertido en referente internacional en consultoría e ingeniería, especialmente en el sector naval. Ghenova, que trabaja en grandes proyectos en defensa, energía e infraestructuras, se distingue por su capacidad técnica y de gestión, consolidándose como la mayor oficina técnica independiente en ingeniería naval de España e Iberoamérica. Cuervas aborda cómo los desafíos de sostenibilidad, la digitalización y la ciberseguridad están transformando la industria naval, mientras destaca la importancia de una regulación que impulse el desarrollo de soluciones sostenibles, listas para integrar tecnologías disruptivas.
Automática e Instrumentación: ¿Cuáles son las actividades y servicios que desarrolla Ghenova?
Francisco Cuervas: Ghenova presta desde hace 40 años servicios de consultoría e ingeniería en diferentes geografías y sectores, a los que hay que añadir, durante la última década, también servicios TIC. Fundamentalmente desarrollamos nuestra actividad en modo proyectos, más que facilitando personal, cosa que hacemos esporádicamente y normalmente como apoyo a clientes que consumen nuestros servicios en grandes proyectos. Es en esta última modalidad en la que entendemos que desplegamos mejor toda la capacidad y el saber hacer de Ghenova, aportando además de todo nuestro conocimiento técnico, nuestras capacidades de gestión.
AeI: ¿Cuáles son los sectores sobre los que proyecta sus servicios?
F.C.: Por orden de volumen de cifra de negocio, los sectores en los que mayor presencia tenemos son el naval y defensa, y la energía e industria, seguidos por el sector digital y las infraestructuras. Aunque la empresa está organizada por verticales, de manera que cada uno de ellos atiende a estos sectores principales, es importante reseñar que para nada se trata de compartimentos estancos, y que trabajan de forma muy transversal. Como ejemplos relevantes de esta transversalidad tenemos los subsectores de puertos o de renovables marinas, donde prácticamente participan todas las verticales (naval, energía, digital e infraestructuras). La ciberseguridad y la transformación digital también son otra línea de trabajo que llega a todos nuestros sectores y clientes.
AeI: ¿Qué relevancia de negocio tiene para Ghenova el sector naval?
F.C.: Cómo mencionaba antes, el sector naval es en el que claramente marcamos la diferencia. Con los años nos hemos consolidado como la mayor oficina técnica independiente de ingeniería naval de España e Iberoamérica, y estamos en el top 10 a nivel europeo. Clientes de referencia como Navantia u otros tecnólogos/constructores tienen por supuesto una gran capacidad de ingeniería, si bien están más centrados en los aspectos de definición de producto, gestión de compras, producción, gestión del cliente final, etc., apoyándose en empresas como la nuestra para la ejecución de la mayor parte de la ingeniería de productos tan complejos y tan intensivos en horas de ingeniería como pueden ser una fragata, un submarino, un portaeronaves o una corbeta. Es en ese espacio donde Ghenova marca hoy por hoy de forma clara la diferencia.
AeI: ¿Qué tipo de buques desarrollan?
F.C.: Desde que empezamos nuestra andadura en el sector naval, allá por 1994, hace ya 30 años, hemos diseñado buques casi de todo tipo. Hemos tenido épocas en las que la mayor parte de nuestra actividad naval se centraba en buques de crucero, ferries, e incluso megayates, y también otras, como la actual, donde prevalecen los buques de defensa, dada la situación geopolítica mundial. Pero seguimos diseñando de todo. También los sectores de oil&gas y de las renovables ocupan una parte importante de nuestra actividad, así que participamos tanto en buques perforadores, FPSOs, FSRUs, etc., como en molinos eólicos marinos, fijos y flotantes, o subestaciones eléctricas para transformar y evacuar la electricidad generada por estos últimos. A esto hay que añadirle todos los buques auxiliares que estas industrias necesitan, además de portacontenedores, gaseros, etc. En fin, es una de las cosas que hacen tan apasionante el mundo naval, y es que la variedad de buques que se diseñan es tan grande como las misiones que el ser humano quiere desempeñar en el mar, y que van desde el ocio a la defensa, pasando por la pesca, la energía, la minería, etc. E irá cada vez a más, ya que el mundo está mirando cada vez más al mar y los océanos, que no en vano representan el 70% de la superficie terrestre.
AeI: ¿Cuáles son los principales países productores de buques a nivel mundial y qué tipo de embarcaciones construyen principalmente?
F.C.: El principal constructor de buques es sin duda China, con un 40% de la construcción mundial, seguido por Corea del Sur y Japón, con sus grandes corporaciones constructoras. En definitiva, Asia, con estos 3 países, controla más del 80% de la construcción mundial. China se enfoca más en los buques de gran tonelaje y de transporte de carga, como son portacontenedores, graneleros, petroleros o buques de carga general. Por otro lado, Corea del Sur, aunque también construye superpetroleros y portacontenedores de alta capacidad, se ha enfocado en los gaseros LNG y LPG y en los buques offshore, es decir, aquellos especializados en la industria del petróleo y gas en alta mar. A todo lo anterior, Japón suma también la construcción de ferries y embarcaciones más especializadas. Turquía también ha ganado bastante terreno en las últimas décadas en construcción naval, posicionándose muy bien en yates, workboats, remolcadores y buques militares. Y después está Europa, donde estamos nosotros, con países como España, Holanda, Alemania, Francia o Italia, muy enfocados en buques de alta complejidad, como pueden ser los buques militares, submarinos, cruceros, yates, oceanográficos, ferries, etc.
AeI: ¿Qué factores económicos y geopolíticos influyen en la demanda y oferta de buques a nivel mundial?
F.C.: Son múltiples. Por un lado, y como motor principal, está el crecimiento del comercio internacional. Teniendo en cuenta que el transporte mundial de mercancías, productos manufacturados, materias primas y recursos energéticos de un lado a otro del planeta se realiza mayoritariamente por vía marítima, la relación de esta industria con el crecimiento del comercio internacional es directamente proporcional. Por otro lado, tenemos los factores geopolíticos. Situaciones como la guerra de Ucrania, la tensión en Oriente Medio, o la creciente tensión también en la zona Asia-Pacífico entre China y EEUU hacen que el concepto de globalización esté también en revisión, provocando incluso el desplazamiento de rutas comerciales, con el impacto que ello tiene en la demanda de determinados tipos de buques. Ya vimos como la interrupción del tráfico marítimo en el Canal de Suez durante unos días causó un enorme impacto en el comercio mundial. La dependencia de Europa del gas ruso también ha sido un golpe importante que nos ha hecho replantearnos nuevos países suministradores de gas, así como una fuerte apuesta por las energías renovables, que en el medio plazo vendrán en gran medida del mar.
AeI: ¿Cómo ha evolucionado el sector naval en los últimos años y cuáles son las principales tendencias actuales?
F.C.: Ha habido un cambio importante en el diseño de los buques, de la mano fundamentalmente de dos factores: la sostenibilidad, con una transición hacia buques más eficientes y nuevos combustibles menos contaminantes, y la digitalización y la automatización. La regulación cada vez más estricta en términos de emisiones, la aparición de combustibles alternativos como el GNL, el NH3, el H2, o los combustibles sintéticos, están empujando a que veamos buques cada vez más eficientes y sostenibles. La digitalización por su parte está siendo clave como palanca para todo lo anterior. Los avances en IA, sensorización, IoT, gemelos digitales, nos están abriendo la puerta a una nueva generación de barcos, incluidos los buques autónomos, que comienzan a hacer su aparición, que aunque aún es tímida, crecerá sin duda en los próximos años. Todo ello acompañado de una capa cada vez más importante de ciberseguridad, ya que los buques, como todo, están cada vez más conectados, lo que los hacen a la vez más vulnerables si no se protegen debidamente frente a los ciberataques.
AeI: ¿Qué papel juegan las regulaciones internacionales y cómo afectan a la construcción y operación de buques?
F.C.: Como decía anteriormente, es una palanca decisiva para avanzar en la mayor eficiencia de los buques, y también de los astilleros durante su construcción. Como tantas veces, los cambios vienen impulsados por restricciones normativas, que a veces el mercado recibe con escepticismo o incluso a regañadientes, pero que una vez asumido que no hay más camino que el de avanzar a través de la innovación, generan toda una nueva industria a su alrededor. Véase por ejemplo todo el desarrollo que se atisba por la proa (por usar un símil marítimo) en todo lo relativo a nuevos combustibles. Probablemente, sin una regulación y unos objetivos de reducción de emisiones, estos cambios habrían tardado más en convertirse en realidad. Al final, como en todas las industrias, es necesario crear una economía de escala para que las cosas sean económicamente viables y competitivas. Y a veces necesitamos el empujón de la regulación. Otro frente donde estamos viendo un futuro apasionante es en la industria de la energía eólica marina, donde los parques eólicos fijos (con molinos apoyados en el lecho marino) son ya una realidad, y donde empezamos ahora a adentrarnos en la tecnología flotante, que viabilizará esta fuente de energía en determinadas costas con fondos de mayor profundidad.
AeI: ¿Cuáles son los principales desafíos tecnológicos que enfrenta el sector naval en la actualidad y cómo se están abordando?
F.C.: El gran reto al que se enfrenta el sector es ser capaces de acompasar los objetivos marcados en las diferentes agendas de descarbonización con la madurez tecnológica y con la robustez de las nuevas cadenas de suministro que están por crearse. Las inversiones por parte de los armadores para construir nuevos buques son millonarias, y con una vida útil que supera con facilidad los 25-30 años. Se tienen que tomar hoy decisiones que deben ser rentables desde el primer año hasta el último, cuando a lo largo de esos 30 años vamos a vivir varias transformaciones tecnológicas de gran calado. La infraestructura también debe acompañar estas decisiones. Lo hemos vivido con el LNG. No se trata solo de que hubiese motores capaces de funcionar con LNG, sino de que el gas estuviese disponible en todos los puertos donde un buque así propulsado pudiese necesitarlo. El mercado se está aproximando a estos cambios con prudencia. De una parte, se apuesta por soluciones híbridas o duales, que permitan coexistir diferentes tecnologías. De otra, se diseñan buques que aún usan tecnologías maduras, pero que están ya preparados desde su concepción para recibir soluciones más disruptivas. Es lo que llamamos soluciones “ready”.
Otro reto al que se enfrenta el sector es la falta de mano de obra especializada. Tanto para el diseño y construcción como para la operación y el mantenimiento. Ahí tenemos también una tarea importante por delante.
En Ghenova tenemos como objetivo el estar al día de todas las tecnologías disponibles en el mercado, y las que asoman en los diferentes proyectos de I+D+i en los que participamos, al tiempo que crecer en número para dar respuesta a la cada vez mayor demanda de nuestros clientes.
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Ghenova es una empresa de ingeniería que trabaja a nivel internacional, ofreciendo servicios multidisciplinares de ingeniería y consultoría. Trabaja en diferentes líneas de negocio: naval, defensa y seguridad; energía, industria y agua; transformación digital y ciberseguridad e infraestructura y puertos. Su apuesta por la diversificación, la sinergia entre sus áreas de negocio y la innovación continua les sitúa entre las empresas de ingeniería líderes en Europa e Iberoamérica.
Actualmente, su plantilla la forman más de 1.000 profesionales, de los cuales el 80% son ingenieros, repartidos en 18 sedes ubicadas en 9 países diferentes. En España, las oficinas están ubicadas en Madrid, Ferrol, Las Palmas, Vigo, Bilbao, Gijón, Puerto de Santa María, Cartagena, Córdoba y Sevilla, donde se encuentra la sede central de la compañía. En el resto del mundo, cuenta con 7 sedes más, repartidas en Brasil, Colombia, Bolivia, EE. UU, Australia, Corea del Sur, Reino Unido y recientemente Arabia Saudí.
Líder en el sector naval en España y Latinoamérica, sigue trabajando en cruceros, yates, renovables marinas, oil and gas, así como en proyectos de defensa de alta complejidad como son la serie de fragatas F110 desarrolladas por Navantia, el Buque de Acción Marítima de Intervención Subacuática (BAM-IS), el Buque Hidrográfico Costero (BHC) y la ingeniería funcional del Fleet Solid Support (FSS) entre otros. Asimismo, participa también en trabajos de reforma del Buque Juan Sebastián Elcano para la puesta a punto de su centenario.
En cuanto a la parte internacional, en concreto en Latinoamérica, Ghenova continua con proyectos en Brasil como el Napant (Buque de Exploración Antártica) o el contrato marco con el Arsenal de La Marinha. Mientras que en Colombia se sigue trabajando en varios contratos con COTECMAR (Corporación de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo de la Industria Naval Marítima y Fluvial).
Ghenova cerró el ejercicio de 2023 con una cifra de negocio consolidado de 43,8 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 27% con respecto a los 34,5 millones de euros del pasado 2022.
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Ghenova ha sido distinguida en dos ocasiones en 2024 por su innovación y su aporte a la sociedad. En septiembre, la firma de ingeniería recibió el galardón a Empresa Innovadora en los Premios Andalucía Económica, destacando su liderazgo en proyectos de alta complejidad tecnológica y su apuesta por el desarrollo profesional y empresarial en la región. Durante la entrega del premio, Francisco Cuervas, CEO de Ghenova, expresó: “Celebrar 40 años en la ingeniería con un premio tan reconocido es un honor, reflejo del esfuerzo de más de 1.000 profesionales en nuestras 18 oficinas alrededor del mundo”.
Además, Ghenova fue galardonada el pasado mes de mayo con la Medalla de Sevilla, entregada por el alcalde José Luis Sanz en el Día de San Fernando, en reconocimiento a su trayectoria y contribución a la sociedad sevillana. Carlos Alejo, Francisco Cuervas y Raúl Arévalo, socios de la compañía, expresaron su orgullo por recibir esta distinción en la ciudad que vio nacer a la empresa y que alberga su sede central. Estas distinciones subrayan la posición de Ghenova como referente en innovación y compromiso social en Andalucía.
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Esta entrevista aparece publicada en el nº 559 de Automática e Instrumentación págs. 28 a 33.
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