Finbin, una compañía finlandesa, inicia una revolución en los contenedores de basura con un cubo con una capacidad hasta seis veces mayor, ya que compacta los residuos con una prensa que funciona con energía solar. Esto evita el sobrellenado, ya que puede vaciarse de inmediato cuando está lleno gracias a un aviso que emite a través de internet. Para aumentar aún más la sostenibilidad, los ingenieros también prescinden de los clásicos cojinetes metálicos y, en su lugar, utilizan cojinetes igus fabricados con polímeros de alto rendimiento, los cuales no requieren lubricación.
Ciudades de toda Europa llevan años luchando contra la avalancha de residuos: papeleras desbordadas con cajas de pizza amontonadas, vasos de café, servilletas, latas de cerveza en el suelo... Además, el coronavirus agrava el problema porque la gente pasa más tiempo al aire libre. “Con los contenedores de basura tradicionales, la gestión de los residuos en la mayoría de las ciudades está llegando a su límite. Muchas áreas metropolitanas de Finlandia, por ejemplo, tenían que vaciar las papeleras públicas hasta cuatro veces al día antes de la pandemia”, afirma Antti Kinnunen, director de Marketing y Gestión de Productos de Finbin. La respuesta de la empresa finlandesa fue una papelera llamada CitySolar, que comprime los residuos y, por tanto, ofrece una capacidad mucho mayor. Se trata de un contenedor que está conectado a internet, que activa el aviso de vaciado antes de alcanzar el nivel máximo de llenado. “Con CitySolar, estamos contribuyendo a reducir las desagradables escenas de basura amontonada en las ciudades y a mejorar el balance de CO2 en la gestión de residuos. Hasta cuatro de cada cinco trayectos pueden evitarse con la papelera conectada a la red”.
Visualmente, CitySolar recuerda al robot R2-D2 de La Guerra de las Galaxias, solo que algo más grande, cuadrado y mudo. Su funcionamiento es sencillo: los residuos se dipositan a través de la solapa, que puede abrirse con la mano o con el pie mediante una palanca. Una vez esta se cierra, una prensa eléctrica comprime los desechos con tanta eficacia, que un contenedor de 240 litros de capacidad puede contener 1.500 litros de residuos. La papelera puede realizar este trabajo en cualquier lugar, independientemente de la red eléctrica pública porque los ingenieros han instalado paneles solares en la parte superior. Además, está equipada con una batería de iones de litio que almacena energía para los períodos nublados y la noche. De esta forma, la energía está disponible para el compactador de residuos las 24 horas del día. En interiores, CitySolar no es dependiente de la energía solar, ya que la papelera se puede conectar a la red eléctrica convencional.
Para aumentar aún más la sostenibilidad de los novedosos cubos de basura, los ingenieros se han esforzado por utilizar componentes que no requieran mantenimiento. Al fin y al cabo, todas las operaciones de mantenimiento provocan emisiones de CO₂, únicamente por los desplazamientos para el vaciado. No obstante, encontrar estos componentes no fue fácil. Un ejemplo son los cojinetes para la mecánica de la prensa y el pedal, para los cuales se descartó el uso de los clásicos cojinetes de metal. ¿Por qué? En primer lugar, porque habría un riesgo de corrosión debido a la alta humedad, y, en segundo, porque la lubricación de los cojinetes metálicos podía provocar varios problemas. Se combinaría con el polvo y la suciedad y, con el tiempo, se convertiría en una pasta que reduciría la capacidad de deslizamiento del cojinete, haciendo que el sistema fuera menos suave y, en el peor de los casos, provocando un fallo. Para evitar estos problemas, los ingenieros se propusieron encontrar cojinetes sin lubricación fabricados con plástico de alto rendimiento. “Examinamos a fondo los cojinetes de diferentes fabricantes”, recuerda Kinnunen. Y añade: “La durabilidad y la fiabilidad fueron los criterios principales y la razón por la que elegimos los cojinetes de igus”.
Los cojinetes iglidur G (GFM-1214-12) se utilizan en la mecánica de la planta de prensado. Una prueba en el laboratorio interno de igus, el mayor laboratorio de pruebas del sector, demuestra la resistencia al desgaste de los cojinetes en comparación con los cojinetes metálicos clásicos. En este ensayo, los cojinetes pivotaron sobre un eje de acero St52 nitrado con gas, con una carga de 30 Mpa y una velocidad de 0,01 metros por segundo. “En el caso de los cojinetes metálicos, la capa de deslizamiento ya estaba desgastada después de 60.000 ciclos”, afirma Stefan Loockmann-Rittich, director de la Unidad de Negocio de Cojinetes iglidur. “Los cojinetes iglidur G, en cambio, no mostraron casi ningún signo de desgaste incluso después de 200.000 ciclos. Son ideales para un uso fiable y sin mantenimiento en condiciones de viento y clima durante muchos año”. Por lo tanto, los cojinetes de fricción también se instalaron en el pedal y en la tapa de residuos —aquí en combinación con cojinetes de doble brida de la serie iglidur M250.
Sin embargo, la papelera fotovoltaica de Finbin no solo requiere poco mantenimiento, sino que además es inteligente. CitySolar cuenta con una tecnología patentada de medición del nivel de llenado sin errores y una tarjeta SIM que conecta CitySolar a internet. El contenedor puede transmitir continuamente el nivel de llenado a FinbinCare. El software de gestión de residuos en la nube funciona con tecnología de seguimiento por GPS y muestra a las empresas de residuos cuál es el nivel de llenado de cada contenedor en un mapa. A través de una interfaz API, las papeleras pueden conectarse alternativamente a los sistemas de gestión de residuos. “La información sobre el nivel de llenado de CitySolar se basa en un sistema de medición patentado desarrollado internamente, es uno de los más precisos del mercado”, subraya Antti Kinnunen. Y añade: “Gracias a esta información, las empresas pueden utilizar los recursos de personal de forma más específica, y los trayectos innecesarios a los contenedores casi vacíos son cosa del pasado, así como lo son las papeleras rebosadas”.
Las papeleras de Finbin conectadas a internet se pueden encontrar cada vez en más ciudades: ya no solo en poblaciones escandinavas como Oslo, Helsinki y Finlandia, sino ahora también en Hvar (Croacia) y Verona (Italia). Las ciudades son flexibles en cuanto a los costes. El precio de CitySolar es de unos 5.000 euros, aunque también se puede alquilar por una cuota mensual. Por lo tanto, Finbin ofrece suficiente flexibilidad para otras aplicaciones. “Sus características la hace ideal para eventos o festivales”, por ejemplo, concluye Kinnunen.
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