“La aparición del Software Defined Vehicle (SVD) ha sido impulsada por varios factores a la vez”, afirma Lorenzo Jiménez, jefe de Prensa del Grupo Bosch en España, “en primer lugar, los grandes avances que se han producido en la tecnología de la información han permitido el desarrollo del Internet of Things (IoT), la computación en la nube y la conectividad móvil. Todo esto ha posibilitado integrar software avanzado en los vehículos”. Adicionalmente, en su opinión, existe una cada vez mayor demanda de servicios digitales por parte de los conductores, tales como sistemas de entretenimiento, asistentes de voz, navegación GPS y conectividad con dispositivos móviles. Esto ha llevado a los fabricantes de automóviles a desarrollar vehículos más centrados en el software. Con un software ya definido, los fabricantes pueden proporcionar actualizaciones y mejoras de software más rápidas y frecuentes en los vehículos, lo que permite a los conductores beneficiarse de nuevas funcionalidades y correcciones de errores sin necesidad de visitar un taller o concesionario. Además, el SDV permite desarrollar y probar estas nuevas funcionalidades de manera más rápida y eficiente, lo que les permite a los fabricantes adaptarse rápidamente a las demandas cambiantes del mercado. Y, por último, en el camino hacia la conducción automatizada, “el SDV permite la implementación de sistemas avanzados de asistencia al conductor y de conducción autónoma, que se traduce en una mejora de la seguridad vial y ofrece nuevas oportunidades en términos de movilidad y transporte”, asegura.
Pero, ¿qué es un vehículo definido por software y cómo se espera que impacte en la industria automovilística? El Software Defined Vehicle se refiere a un vehículo en el que gran parte de sus funciones y características están controladas y gestionadas a través del software, según explica Jiménez. Y añade: “Éste juega un papel fundamental en el funcionamiento y en el rendimiento del vehículo, permitiendo una mayor flexibilidad, personalización y actualización de sus capacidades. Así, el software controla y gestiona una amplia gama de sistemas y componentes del vehículo, tales como el motor, la transmisión, los sistemas de frenado, la suspensión, la dirección, el sistema de infoentretenimiento, la conectividad y la seguridad. Esto se logra mediante la integración de sensores, actuadores y sistemas electrónicos en el vehículo, que se comunican entre sí y con el software central a través de redes de comunicación. Además, el software permite una mayor personalización y adaptabilidad del vehículo, ya que se pueden agregar nuevas características y funcionalidades a través de actualizaciones de software, tal y como se hace en un smartphone”.
Desde Bosch esperan que el SVD tenga un impacto significativo en la industria automovilística, Por un lado, impulsará la innovación al ofrecer nuevas características y funcionalidades en los vehículos, lo que les permitirá diferenciarse en el mercado y atraer a los consumidores. Además, mejorará la experiencia del usuario, que será mucho más personalizada y adaptada a las necesidades individuales. También permitirá actualizaciones y mejoras de software más rápidas y frecuentes - sin necesidad de visitar un taller o concesionario – lo que prolongará la vida útil del vehículo. Además, aumentará la eficiencia en el desarrollo y producción de los vehículos, y, finalmente, mejorará la seguridad y la autonomía, ya que los vehículos podrán comunicarse entre sí y con la infraestructura vial.
Actualmente, ya existen vehículos en el mercado que incorporan características de SDV, como sistemas de infoentretenimiento avanzados, asistentes de voz y sistemas de asistencia al conductor, sin embargo, la adopción generalizada de los Software Defined Vehicles es un proceso gradual que depende de varios factores: la evolución de la tecnología, la regulación y la aceptación del mercado. Desde Bosch, esperan que los SDVs se aceleren en los próximos años. Así lo asegura el jefe de Prensa, quien también afirma que, en términos regulatorios, “las administraciones están trabajando ya, por ejemplo, en el desarrollo de marcos legales y normativos para garantizar la seguridad y la responsabilidad en la conducción autónoma. A medida que se aprueben estas regulaciones, la adopción de los SDVs se acelerará”. La aceptación del mercado también es un factor importante. “A medida que los conductores se familiaricen y confíen en las capacidades de los SDVs, la demanda aumentará. La educación y la concienciación sobre sus beneficios, tales como la mejora de la seguridad vial y la comodidad, también jugarán un papel importante para una adopción generalizada”. Y, si atendemos a opinión de los conductores, en un estudio llevado a cabo por la consultora Deloitte sobre la transición a los SDV en la industria automóvil, el 43% de los encuestados cree que su adopción generalizada será factible en los próximos cinco años, mientras que el 47% prevé un plazo un poco mayor, entre cinco y diez años.
Llegados a este punto, nos hacemos la siguiente pregunta: ¿Cómo podrían los coches conectados por software abaratar el precio de los coches eléctricos? La respuesta la tiene de nuevo Lorenzo Jiménez: “Los SDVs conllevarán una mejora en la eficiencia en el desarrollo y producción de vehículos. El enfoque en el software permitirá a los fabricantes de automóviles desarrollar y probar nuevas características y funcionalidades de una manera mucho más rápida y eficiente. Esto reducirá los costes y los tiempos de desarrollo, permitirá a los fabricantes adaptarse rápidamente a las demandas cambiantes del mercado, lanzar nuevos modelos de vehículos más rápidamente, y todo esto se podría ver reflejado en una reducción en el precio de los vehículos”. De hecho, en Bosch esperan que los coches conectados por software tengan un gran impacto en la industria del automóvil debido a las importantes ventajas que conllevan: mejoran la experiencia del usuario, la seguridad vial, el mantenimiento del vehículo y abren nuevas oportunidades de negocio. Respecto a la experiencia del usuario, esperan que los coches ofrezcan una experiencia más personalizada y conveniente. Esto incluye sistemas de infoentretenimiento avanzados, asistentes de voz, conectividad con dispositivos móviles y servicios basados en la nube. Así, los conductores y pasajeros podrán disfrutar de una mayor comodidad durante los viajes. Además, esperan que los coches conectados por software mejoren la seguridad vial. La conectividad permitirá la comunicación entre vehículos (V2V) y entre vehículos e infraestructuras (V2X), lo que permitirá advertencias de colisión, información sobre condiciones de tráfico y otros datos relevantes para mejorar la seguridad en la carretera. En lo referente al mantenimiento, los vehículos podrán recopilar y transmitir datos sobre su estado en tiempo real, posibilitando el mantenimiento predictivo, identificar problemas antes de que se conviertan en fallas graves y optimizar el rendimiento del vehículo. Por último, el SDV creará oportunidades para nuevos modelos de negocio como, por ejemplo, servicios de movilidad compartida o suscripciones a determinados servicios.
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Este artículo aparece publicado en el nº 554 de Automática e Instrumentación págs. 50 y 51.
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