Karbonius es una empresa joven gallega cuya actividad se centra en la industria automotriz y composites avanzados para reconocidas marcas como BMW o Volkswagen. Parte de sistema de producción, hasta ahora artesanal, incluye todos los procesos necesarios para la fabricación de componentes de fibra de carbono, desde el diseño hasta la fabricación de piezas estructurales, decorativas, paneles sandwich, etc.
Su objetivo principal se centra en garantizar el acabado de sus piezas así como los controles de calidad de estos, pero sobre todo destaca por adaptarse a las necesidades de cada uno de sus clientes.
El rebabado de las piezas es una de las partes principales de su producción. Hasta ahora se realizada manualmente por un operario provisto por un equipo de protección y bajo estrictas medidas de seguridad. Se trataba de un trabajo duro y peligroso dado que durante el proceso de corte y manipulación se soltaban virutas muy finas.
Ante la apuesta por un cambio, ya no solo por mejorar las condiciones y la seguridad de sus trabajadores, sino en cuanto a precisión y producción, entra en juego Vila Mourín. Se trata de otra empresa gallega de gran prestigio dedicada al suministro de materiales y maquinaria de las mejores marcas, especialista en soldadura y corte y colaborador destacado del programa LMT de Larraioz Elektronika.
En el transcurso por robotizar este proceso y minimizar los riesgos laborales, Vila Mourín apuesta por el robot BX100N de Kawasaki Robotics para mecanizado de altas prestaciones: Gran par de muñeca, eje hueco para minimizar interferencia de cables, alta repetitividad y fácil de manejar, quien sigue apostando y confiando en los robots Kawasaki y el soporte que se le proporciona desde Larraioz Elektronika.
La instalación del BX100N se realiza con éxito en la sección de mecanizado de Karbonius Composites con el propósito de paliar las condiciones duras de trabajo de los operarios debido a las partículas de fibra que se desprendían durante el acabado de piezas.
El hecho de la proximidad de estas dos empresas punteras gallegas, ha hecho posible esta colaboración. Karbonius necesitaba limitar la exposición de sus operarios al entorno tóxico, pero sin renunciar a la base artesanal de su producción y Vila Mourín ha sabido presentar y hacer realidad la solución. La facilidad de programación permite que sea el propio operario experto quien dirija las trayectorias del robot hasta conseguir la pieza final y la repetitividad del robot asegura la calidad del acabado en piezas sucesivas.
Con su gran par de muñeca, permite utilizar herramientas pesadas para mecanizado manteniendo su rigidez y su muñeca hueca minimiza la interferencia de cables facilitando la instalación de herramientas y su programación. Como todos los robots de la familia Kawasaki cumple con el lema ‘simple y amigable’.
Larraioz Elektronika, quien ha colaborado distribuyendo el robot a Vila Mourín, es servicio técnico, consultoría, training y canal de ventas oficial de Kawasaki Robotics para el mercado español.
Págs. 58 a 59
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