El pasado junio se aprobó la Estrategia Española de Economía Circular: España Circular 2030, que pretende implementar un nuevo modelo de producción y consumo que promueva la protección del medio ambiente y el bienestar social en el que el sector industrial tendrá un papel decisivo.
Este modelo regenerativo garantiza la optimización del uso de los recursos, fomenta la eficiencia de los sistemas productivos, promueve que productos, materiales y recursos permanezcan activos el mayor tiempo posible y disminuye los residuos generados.
La necesidad de una nueva estrategia radica en la insostenibilidad del actual modelo lineal, donde el sistema económico se basa en la producción de bienes y servicios bajo el lema de “usar-consumir-tirar”. Este modelo lineal conlleva un uso intensivo de recursos naturales y un elevado volumen de residuos, agravando el cambio climático, la contaminación y la pérdida de biodiversidad.
Objetivos para el año 2030
La economía circular como elemento transversal
La transversalidad de la Estrategia se canalizará a través de los tres ejes de la sostenibilidad: económico, social (incluyendo el enfoque del género) y ambiental, y sus objetivos se materializarán a través de distintas políticas e instrumentos: normativos; financieros y fiscales; de I+D+i, y de sensibilización, formación y divulgación. A su vez, la Estrategia nacional se vincula con las principales iniciativas internacionales en materia ambiental, como la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible o el Acuerdo de París sobre el cambio climático y el Pacto Verde Europeo. La economía circular debe ser, por tanto, una de las columnas vertebrales de la estrategia industrial de la UE, introduciendo la circularidad en nuevos sectores y convirtiendo en norma la evaluación del ciclo de vida de los productos.
Principios y líneas de actuación
Teniendo en cuenta estos principios, se establecen ocho líneas principales de actuación, cinco de ellas relacionadas con el cierre del círculo: producción, consumo, gestión de residuos, materias primas secundarias y reutilización del agua. Las otras tres son de carácter transversal: sensibilización y participación; investigación, innovación y competitividad, y empleo y formación.
Sectores prioritarios
El Foro Económico Mundial y la Comisión Europea señalan que la economía circular generará oportunidades económicas y empresariales. Para 2030, la economía circular podrá generar un incremento adicional del PIB europeo de un 0,5 % e incorporar 700.000 nuevos puestos de trabajo al mercado europeo.
Retos
Lograr la transición hacia la economía circular únicamente será posible a través de la colaboración, participación e implicación de toda la sociedad, no solo de las Administraciones Públicas, sino también de todos los sectores económicos (fabricación, producción, distribución y gestión de residuos), que han de incorporar la investigación y la innovación como elementos clave para la consecución de los objetivos propuestos.
Debe permitir a las empresas ser eficientes y no incurrir en cargas excesivas para no dificultar su crecimiento. La reducida dimensión de las empresas manufactureras españolas se traduce en una menor capacidad inversora, sobre todo en diseño de productos, I+D+i y en una mayor dificultad para acometer proyectos de mejora en el uso de los recursos de la producción, así como realizar proyectos de internacionalización.
Además, los agentes sociales, los consumidores y la ciudadanía han de jugar un papel central, ya que sus decisiones de compra de productos y su comportamiento en la separación de residuos son fundamentales.
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