La pandemia del Covid-19 detuvo el mundo, incluida una gran parte de la industria, que ahora afronta un escenario completamente distinto al que dejó a inicios de marzo. Semanas de confinamiento protagonizadas por formas de comunicación que seguramente se mantendrán en el futuro; horas de formación que deben ayudar a afrontar con más fuerza la recuperación; y la consciencia de que no hay economía fuerte sin un sector industrial más eficiente, más productivo y más sostenible. Las tecnologías que definen la Industria 4.0 parecen erigirse como la base sobre la que construir un futuro digital que si bien ya muchos habían anunciaban debía llegar, ahora se hace necesario para sobrevivir.
A continuación recogemos las respuestas sobre cuatro preguntas que buscan conocer no solo cómo ha vivido y vive la industria la crisis del Covid-19, sino principalmente cuáles son las teclas que deben tocarse para hacer de esta, más que de cualquier otra crisis, una oportunidad.
1. ¿Cómo considera su empresa que será la evolución económica del sector industrial para este año natural?
2. ¿Cómo está afectando esta crisis a las relaciones comerciales con clientes y proveedores?
3. ¿Cómo puede ayudar la Industria 4.0 al reforzamiento del tejido industrial en este momento tan incierto?
4. ¿Qué sectores industriales cree que pueden ser de interés en España para atraer la inversión de capital privado?
—
Enrique Montes Rodriguez, Director de Marketing de Phoenix Contact
1.
Este año las estimaciones de variaciones anuales que se están haciendo en nuestro sector son del entorno del -20%. No obstante, se considera que la recuperación puede ser relativamente rápida a lo largo del próximo año.
2.
El confinamiento obligatorio ha acelerado el desarrollo del denominado “mundo digital” transformando, por ejemplo, las reuniones y formaciones presenciales en sesiones online. Por otra parte, la parada de muchas de las empresas del sector está permitiendo a muchos de sus empleados dedicar más tiempo a mejorar el conocimiento en nuevas tecnologías y soluciones para la automatización, así como en la aplicación de éstas en sus empresas.
3.
El desarrollo de la industria 4.0 es un objetivo prioritario para la automatización y optimización de los procesos así como la mejora de la competitividad. Por ello es clave para conseguir no sólo salvar nuestro tejido industrial actual sino también consolidar su futuro en el medio-largo plazo.
4.
En España tenemos una diversidad importante de sectores industriales atractivos pero si tengo que citar algunos en concreto, me inclinaría por aquellos que están directamente relacionados con la energía eléctrica por ser ésta cada vez más relevante en el desarrollo actual y futuro de nuestro mundo. En particular, citaría las energías renovables y el desarrollo de toda la infraestructura de movilidad eléctrica necesaria para poder dar una cobertura óptima al coche eléctrico.
Álvaro Esteve, Director de Digital Industries Factory Automation en Siemens España
1.
El parón de la economía ha provocado en España un desplome histórico del PIB español del 5,2%, teniendo especial incidencia en la industria y el sector servicios. Además, hace unos días conocíamos que el Banco de España elevaba su caída entre el 9,5% y el 12,4% para este año. Según un informe del mismo organismo, casi el 50% de las industrias afirman que la caída de su actividad en estas semanas se ha debido a una disminución de la demanda y un 45% asegura que ha sido consecuencia de la suspensión de actividades por orden gubernamental.
En los próximos meses, España deberá acelerar la recuperación de la industria por ser uno de los sectores con mayor peso en el PIB y por su capacidad para generar empleo de calidad. A medio y largo plazo, necesitamos que nuestra industria sea más competitiva, modernizando el tejido productivo y asegurando su crecimiento. En este sentido, la industria deberá convertirse en el motor de la economía española en el mundo post-Covid-19 y para ello será fundamental su inversión en digitalización.
Desde Siemens, creemos que es el momento para instar tanto a los responsables políticos como a los institucionales a alcanzar un Pacto de Estado por la Industria, como ya existe en otros grandes países europeos. El objetivo principal de este Pacto sería incrementar el peso de la industria en el PIB hasta un 20%. Para conseguirlo es esencial fomentar el modelo de la Industria 4.0 y la transformación digital, primando la inclusión de tecnologías que mejoren la eficiencia energética y la productividad de las industrias más obsoletas.
2.
El Covid-19 ha puesto a prueba las relaciones con los proveedores críticos y ha hecho a las empresas reflexionar sobre sus cadenas de suministro globales. Antes incluso de la pandemia, las compañías ya estaban preocupadas por los riesgos del comercio mundial como resultado de las tensiones geopolíticas. Esta crisis ha puesto de relieve su vulnerabilidad. Para aumentar su resiliencia habrá que buscar una diversificación de las cadenas de suministro y ubicar la producción más cerca de sus mercados. El desafío es importante, se deberá fabricar a menor escala en países con costos de mano de obra potencialmente más altos sin perder competitividad. Esto requerirá mayores niveles de automatización basada en mayor integración y plataformas de IoT, donde las plantas serán más inteligentes y estarán conectadas entre sí y con sus cadenas de suministro. Y es aquí donde desde Siemens, gracias a nuestra tecnología, podemos ayudar a conseguirlo.
En lo relativo a los clientes, además de la natural evolución en importancia de los encuentros virtuales, creo que en tiempos de crisis como los que estamos viviendo esta relación debe ser incluso más estrecha y estar más abierta a la colaboración. Es probable que, tras la pandemia, nos enfrentemos a nuevas formas de trabajar que nos permitan innovar e impulsar la co-creación como nunca antes.
3.
Como comentaba, la pandemia ha puesto de relieve la necesidad de contar con una estructura industrial de base potente, capaz de garantizar la cohesión social y sustentar la actividad productiva del país ante situaciones de emergencia. Es momento de impulsar una industrialización basada en el conocimiento y la tecnología. Y será la digitalización, bajo el paraguas de la Industria 4.0, quien nos permita conseguirlo.
Para ello, el Gobierno deberá reforzar los programas y fondos dispuestos para la digitalización empresarial y el impulso de TIC entre las pymes, así como favorecer la colaboración público-privada para la innovación y la digitalización dirigida a mejorar los procesos industriales.
Desde Siemens, hemos ayudado ya a muchas empresas españolas a adoptar su transformación digital y lo seguiremos haciendo. Y es que nuestras soluciones abarcan desde el diseño y verificación de productos, planificación y validación de la producción, ingeniería de la automatización hasta la ejecución de la producción y gestión de vida del producto.
Además, no podemos olvidar que la industria debe seguir su camino hacia la sostenibilidad, como venía haciendo antes de la pandemia. En Siemens vemos imprescindible que se tomen las medidas a nivel europeo para garantizar un acceso a la energía y a las materias primas a precios asequibles que garanticen la sostenibilidad y competitividad de la industria española. Es imprescindible continuar con la transición energética, favoreciendo la progresiva descarbonización y fomentando las energías renovables y la mejora de la eficiencia energética.
4.
En España, según datos de la Asociación de Capital, Crecimiento e Inversión (ASCRI), el volumen de inversión de capital privado batió en 2019, por segundo año consecutivo, un récord con más de 8.500 millones de inversión en 680 operaciones. Lamentablemente, estas cifras no volverán a repetirse. Y es que la inestabilidad actual consecuencia del Covid-19 ha afectado inevitablemente a los flujos de inversión de capital privado que, entre enero y abril, han caído un 48,78%.
No obstante, a medida que volvamos a la normalidad y a una mayor relajación de las medidas proteccionistas del Gobierno, el mercado volverá a abrirse a nuevas operaciones. Será entonces cuando algunos sectores estratégicos, por su excelente comportamiento, como el de la alimentación, sanidad, la industria química o biotecnológica, entre otros, podrán beneficiarse y atraer un fuerte interés por parte de los de fondos de capital privado.
Asimismo, la tecnología seguirá siendo tras el Covid-19 el elemento más buscado para los fondos. De hecho, multitud de productos y servicios han verificado ya su demanda durante los meses de confinamiento. La inversión en tecnologías como el big data, la inteligencia artificial o el IoT, en sus versiones edge o cloud, son una apuesta más que segura a largo plazo, ya que son las que conducirán a un mundo más resiliente tras la pandemia.
Eduard García-Jurado Durán, Country Manager Murrelektronik Spain
1.
Negativa, pero no por esto vamos a desfallecer. Contamos ya con 5 meses de ejercicio con caídas del 20 al 40% en el tejido industrial según sectores y esto parece irrecuperable. Si le añadimos el fuerte impacto en el turismo o la construcción, conllevará una disminución de los ingresos y el PIB que debilitará todos los sectores económicos. Es necesario contar con planes estratégicos claros de impulso económico para fortalecer a las industrias y sus empleados, definidos junto a las autoridades tanto españolas como europeas.
2.
La relación con los clientes ha sido positiva, todos nos encontramos inevitablemente en la misma situación. Hemos aprendido a utilizar otros lenguajes de comunicación que desconocíamos hasta el momento, pero que nos aportarán grandes frutos en el futuro. Ha acelerado el conocimiento y contacto con tecnologías a las que siempre habíamos hecho referencia pero que nunca quisimos o necesitamos usar por creer que no iba con nosotros. Ahora se han convertido en una realidad que ha llegado para quedarse. A nivel de proveedores nos ha hecho reflexionar sobre la globalización y sus beneficios, aunque la situación ha puesto de manifiesto que en épocas de crisis como la actual necesitamos una reestructuración paralela más cercana para no sufrir los problemas de movilidad como los que están sufriendo las materias primas para la fabricación.
3.
Llevamos años hablando de la cuarta revolución industrial sin un movimiento ascendente definido. Tenemos una oportunidad de oro para reconvertir la industrialización de España, para que nuestros fabricantes y usuarios se acojan a las tecnologías ya disponibles para la digitalización de la industria y mejorar la competitividad frente a los agentes externos. Desde los estamentos oficiales a los tejidos asociativos debemos dar un impulso a la introducción de estas tecnologías.
4.
Una de las aportaciones positivas de esta situación ha sido el perder el miedo a la compra online, lo que ha hecho que grandes corporaciones aceleren sus inversiones en centros logísticos. La industria de las renovables es y será una necesidad imperiosa en el futuro y donde España puede jugar un papel importante. Sin olvidar la automotriz de larga tradición y experiencia, pero necesitada de una reconversión urgente. Alimentación, bebidas y farma son sectores sólidos y de gran interés por su estabilidad.
Xabier Iturralde, Director Técnico de Larraioz Elektronika
1.
La evolución económica será incierta y cambiante. Algunos sectores industriales tales como los de la alimentación o médico/farmacéutico lo llevarán positivamente con un incremento de demanda de automatización y robotización en dichos campos. Otros sectores como el de la automoción o el aeronáutico entre otros sufrirán notablemente, por lo menos a corto y medio plazo. A largo plazo posiblemente habrá cierta mejora añadida dado que la dependencia de suministro desde países asiáticos ha generado grandes trastornos por problemas logísticos, y determinadas empresas productivas europeas se plantearán reducir en mayor o menor medida esa dependencia de la producción asiática.
2.
Aunque se ha hecho lo posible por echar mano de herramientas remotas tales como videoconferencias o workshops online para mantener cierta normalidad, la realidad es que a veces la colaboración necesita de ver, tocar y sentir a corta distancia. Las relaciones con clientes y proveedores, se mantienen, funcionan y no se cortan, pero no son tan eficientes como en otras circunstancias. Se echa de menos la proximidad.
3.
La tendencia al teletrabajo pone encima de la mesa la importancia de disponer la información adecuada en el momento adecuado y por la persona adecuada, de manera segura, para así tomar las decisiones correctas en cada instante. En cuanto a la automatización y robotización de las cadenas de producción locales el acceso a la información es fundamental ya que se deben de complementar con la descentralización de las cadenas de control y decisión.
4.
Cualquier empresa del sector industrial que ponga encima de la mesa un plan serio de producción local y de manera competitiva frente a la producción descentralizada de bajo coste que más ha sufrido los problemas logísticos y de falta de suministro durante esta crisis por la epidemia del Covid-19.
José Antonio Cabello, Country General Manager de Omron
1.
Desde mi punto de vista, la evolución económica del sector industrial en España va a ser bastante negativa en los próximos meses. La gran incertidumbre que experimentamos nos impide ver con claridad como se va a desarrollar la actividad industrial, pero la gran mayoría de los indicadores que observamos son pesimistas.
Hay ciertos sectores que mantienen una posición pujante, como la industria alimentaria; e incluso otros, en los que es fácil suponer que habrá inversiones, como la industria farmacéutica. Tampoco podemos obviar las actividades industriales olvidadas antes de esta pandemia y que ahora cobran cada día más relevancia: fabricación de mascarillas, EPIs en general, dispositivos médicos, geles hidroalcohólicos, desinfectantes, etc. Sin embargo, otras industrias muy importantes para España, principalmente el turismo y la automoción, están sufriendo mucho y se van a tener que reinventar.
Por lo que se refiere al sector del automóvil, la crisis ya viene de lejos y la situación derivada del Covid-19 ha sido “la puntilla”. Nuestro país es muy dependiente de este sector y, en estos momentos, que se habla de cierre de fábricas y de deslocalización los augurios no son nada buenos. Se necesita ya mismo una acción urgente y potente.
Por otra parte, también hay limitaciones a la hora de exportar maquinaria a otros países ya que el ritmo de vuelta a la normalidad en las empresas es distinto en cada territorio. Además, la movilidad limitada de las personas tampoco ayuda; es difícil encontrar la forma de enviar técnicos a poner en marcha instalaciones si tienen que someterse a cuarentenas en el destino y al regresar a España. Me consta que muchos fabricantes de máquinas tienen problemas de espacio para almacenar los productos terminados y que no pueden expedir a sus clientes.
2.
Las relaciones con clientes y proveedores siguen su curso, de una manera diferente, virtual, pero se mantienen. Una de las cosas positivas de la situación que vivimos en este tiempo es que estamos aprendiendo a ser más eficientes y a utilizar con mayor intensidad las soluciones que la tecnología pone a nuestra disposición. Las relaciones con clientes y proveedores no tienen que ser siempre presenciales, si no que, muchas de ellas, se pueden hacer online.
Sorprendentemente, cuando el confinamiento fue una realidad y todos en Omron iniciamos la actividad de teletrabajo, observamos que tanto clientes como proveedores valoraban muy positivamente esta nueva forma de relación, que nos hacía a todos ser más flexibles y optimizar más nuestro tiempo al ahorrarnos los tediosos desplazamientos y viajes. Y me refiero no solo a actividades comerciales o formación, sino también a asistencias técnicas remotas.
Por otra parte, los clientes están mucho más abiertos a escuchar propuestas de valor que les sirvan para crecer como empresa y responder a los nuevos desafíos a los que se enfrentan, ya no solo a largo plazo, también a corto.
También hay que dedicar más tiempo a analizar la situación financiera de las empresas con las que mantenemos relaciones comerciales. La actual situación de crisis que estamos ya experimentando, va a hacer que muchas de ellas tengan problemas financieros y liquidez, y el riesgo de impago y morosidad puede crecer peligrosamente.
3.
Creo que la inversión en digitalización, fabricación flexible, robótica, inteligencia artificial, IIoT, mejora continua de procesos..., no es ya una opción si no que es una necesidad, y ya no de largo plazo sino a muy corto. Esta crisis tiene que ser un punto de inflexión para todas aquellas empresas industriales que quieren tener un futuro próspero y aumentar sus beneficios.
Una de las cosas de las que nos hemos dado cuenta en los últimos dos meses, es la gran dependencia que nuestro país tiene del exterior. Hemos tenido que salir de nuestras fronteras a buscar respiradores para nuestras UCIs, mascarillas y otros equipamientos de protección individual (especialmente para nuestro personal sanitario) y tests necesarios para evaluar la magnitud de la pandemia. Y todo ello en un entorno de competencia brutal con todos los países que están en la misma situación que nosotros, con lo que todo esto conlleva la escasez de bienes, aumento de los precios, disminución de la calidad de los productos y casos de corrupción.
Adicionalmente, la industria del turismo, que participa en gran medida en nuestro PIB, se ha caído de golpe arrastrando a miles de empresas que se han visto obligadas a cerrar sus puertas y llevando a millones de trabajadores al desempleo. Esto no puede volver a ocurrir. Hay que industrializar España, hay que invertir en investigación e innovación, hay que terminar con esa tremenda dependencia. Y las industrias que se renueven y todas las que se creen a partir de ahora tienen que ser competitivas y productivas, y eso se consigue con los más altos niveles de automatización y utilización de las nuevas tecnologías.
Toda crisis es una oportunidad, y España tiene que aprovechar esta oportunidad. Tenemos que cambiar las amenazas por oportunidades y aprender de los errores del pasado para que no vuelvan a producirse. Un alto nivel de automatización nos hará competitivos frente a países en los que la principal ventaja competitiva es el precio de la mano de obra. La calidad de los productos fabricados con los más altos niveles de robotización y automatización en general siempre será un factor diferenciador. Recientemente, una investigación encargada por la OCDE ha concluido que las empresas que emplean la tecnología de manera efectiva son diez veces más productivas que las que no lo hacen.
4.
Durante estas semanas de aislamiento, todos nos hemos dado cuenta de la gran importancia que tiene la venta online. Y el factor principal que ha potenciado este modo de compra ha sido el tremendo desarrollo de la industria logística. Este sector tiene que continuar su desarrollo ya que son muchas las personas que han comprado online por primera vez y han visto las grandes ventajas que tiene. Por esta razón, la vuelta a la normalidad no hará que este auge se desvanezca, todo lo contrario, en mi opinión seguirá aumentando.
Como ya he mencionado en la primera cuestión, la industria alimentaria y de bebidas (incluyendo la distribución) se ha mantenido fuerte durante los primeros meses de la crisis, y seguirá siendo básica.
La industria farmacéutica dispondrá de grandes inversiones. En este caso, si como todos anhelamos fervientemente, una vacuna contra el Covid-19 se desarrolla pronto, los laboratorios farmacéuticos tendrán una gran sobrecarga de actividades de fabricación.
La industria de productos de higiene y cosmética en general (incluyendo mascarillas, EPIs y desinfectantes) también puede experimentar un importante crecimiento de ventas que conllevarán inversiones de automatización para garantizar la calidad y productividad de las empresas del sector.
Y por último, tenemos que apostar por aprovechar el músculo agroalimentario que tenemos para modernizar y explotar un sector en el que hay mucho por hacer, además de tener un potencial muy grande en el que deberíamos focalizarnos como país para atraer las seguras inversiones de capital privado que se obtendrían fácilmente.
Javier de la Morena Cancela, Responsable Grandes Cuentas y Marketing de WEG
1.
Como diría el clásico, “Cuan largo me lo fiais, amigo Sancho...” Entiendo que nosotros estamos en una situación similar al resto, al no saber lo que va a pasar ni dentro de una semana en el país. Confiamos, deseamos y esperamos que la vuelta a la normalidad traiga consigo un comienzo de la actividad industrial, pero obviamente esto no es como una lámpara, que la enciendes y apagas teniendo efectos inmediatos.
La rampa de parada de actividad y la de comienzo de la misma es muy diferente de sector a sector, y de empresa a empresa. Todo dependerá de las ayudas que la industria pueda recibir. El problema quizás es la cantidad de proyectos parados, y que quizás, ya no sean viables en un plazo de tiempo.
2.
Ambas partes están afectadas, y dependiendo del país, de una manera mayor o menor. Al menos en WEG, nuestras fábricas están cumpliendo lo exigido por los gobiernos correspondientes. Esto obliga a revisar los procesos de fabricación y, al menos hasta ahora, la logística está funcionando.
En lo referente al suministro de equipos, al suministrarlos para múltiples sectores, nos encontramos situaciones muy variopintas. Al ser suministradores de equipos como motores, variadores, reductores, cuadros de control…, dependiendo de las fábricas o proyectos a quienes suministramos vemos que el impacto es leve o en muchos casos muy significativo.
Todo esto lleva a que obviamente nos impacta, como creo que le está pasando a casi todo el mundo.
En cualquier caso, el objetivo de WEG es el de poder colaborar con nuestros clientes, y poder ayudarles en sus requerimientos tanto técnicos como comerciales.
3.
La Industria 4.0, en mi opinión, no es una solución a un problema, si no una herramienta o concepto que podemos utilizar para optimizar en todo lo posible. Por mucho que tengamos una industria implementada bajo este concepto, si no hay pedidos, poca magia puede hacer. Eso sí, si llegan, nos podrá ayudar a conseguir suministrarlo mejor y de forma más eficiente a nuestro cliente.
Todo lo que conlleve mejorar procesos, hacerlos más lógicos y eficientes, y aumentar productividad ayudará a esa industria, y por ende, con muchas de ellas, al país.
4.
Para poder atraer inversión lo que primero que tenemos que crear es una estructura industrial lógica, ayudar con leyes lógicas y tener personas lógicas al mando. Para que un empresario se implante en un país u otro, o en una localidad u otra, debes de aportar algo que otros no tengan, bien sea una red de empresas con sinergias, una red de infraestructuras potente, o un alto grado de capacitación del personal.
España, aunque haya gente que no lo sepa, es potencia mundial en el sector del agua, de infraestructuras, e ingeniería, entre otras, y lo único que necesitamos son proyectos.
Pablo Lo Zicchio, Country Sales Manager de Weidmüller
1.
El sector industrial se verá muy afectado por la crisis del Covid-19, aunque creo que lo hará en menor medida que el resto de la economía.
2.
Las relaciones con nuestros partners se han visto afectadas por la imposibilidad de mantener un contacto presencial. No obstante, todos nos hemos adaptado bien al uso de herramientas online, como videollamadas, o webinars, y estamos trabajando de manera casi normal.
3.
Esta crisis ha demostrado la importancia de la digitalización y será un catalizador que acelerará los procesos de cambio, en este sentido, la industria 4.0 ha sido y será un factor diferenciador para mantener la competitividad del tejido industrial.
4.
Los sectores que mayor interés pueden crear son los relacionados con las energías renovables, ferrocarril y digitalización del sector agroalimentario.
José Paredes, Country Sales Director de Rockwell Automation Iberia
1.
Estamos viviendo una situación sin precedentes que cambiará la forma en que vivimos y operamos nuestros negocios en el futuro. La pandemia de Covid-19 ha tenido un impacto en la mayoría de los sectores industriales de nuestro país, posiblemente con la excepción de aquellos cuyos productos son considerados esenciales. Vemos como muchas empresas industriales han parado su actividad temporalmente o están produciendo por debajo de su capacidad; otras que han retrasado proyectos y reducido o cancelado inversiones. Indicadores económicos como el índice PMI del sector manufacturero, que ha caído hasta un 30,8% en abril, confirman el decrecimiento en el sector industrial. Esperamos por lo tanto una caída significativa del sector industrial para el resto del año, siendo la principal pregunta cómo será la curva de recuperación y hasta cuando se extenderá, dependiendo esto de la duración de la pandemia y de la capacidad de las empresas para recuperarse.
2.
Cuando pienso en cómo se ha llevado a cabo nuestro negocio y cómo estamos gestionando el entorno actual, empiezo por nuestros empleados y nuestros clientes. La seguridad de nuestros empleados es siempre nuestra primera prioridad.
Para nuestros empleados en plantas de fabricación hemos aplicado controles de salud, mejores medidas de limpieza y uso de equipos de seguridad y hemos implementado distanciamiento social entre estaciones de trabajo en nuestras instalaciones. El resto de empleados ha estado ejerciendo distanciamiento social y trabajando de forma remota desde casa, a fin de preservar la seguridad manteniendo nuestro nivel de servicio y atención al cliente.
El confinamiento al que nos ha abocado la pandemia ha tenido un gran impacto en la relación con nuestros clientes: imposibilidad de un contacto directo, limitación de viajes, cierre temporal de empresas y otras dificultades. La relación se ha convertido en remota y virtual mediante la utilización de comunicaciones y herramientas colaborativas que nos han permitido seguir atendiendo a nuestros clientes, que cabe decir, también han adoptado y aceptado este tipo de comunicación. La realización de demostraciones remotas, reuniones mediante videoconferencia o webinars online nos ha permitido atender a nuestros clientes y mantener la actividad comercial. Para ayudar a mantener la continuidad del negocio, mientras se conserva la salud y seguridad de los empleados, hemos puesto a disposición de nuestros clientes y del mercado en general, de forma gratuita, herramientas de soporte remoto, como FactoryTalk® InnovationSuite™ Vuforia Chalk basada en realidad aumentada para compartir instrucciones en tiempo real, herramientas de formación online y soporte telefónico remoto.
3.
Si antes de la crisis ya se consideraba la digitalización como una necesidad para mantener la competitividad de las empresas ahora será indispensable para salir de una forma más rápida y fácil de la crisis. La crisis del Covid-19 ha puesto de manifiesto la importancia de tener una capacidad de producción flexible y eficiente, disponer de una cadena de suministro integrada en nuestras operaciones que nos permita alternar proveedores y servir al mercado de una forma rápida y estos son aspectos que la digitalización permite y facilita. En la post-crisis las empresas industriales necesitarán mejorar su eficiencia y reducir los costes para ser competitivos, adaptar sus líneas de producción a los requerimientos de seguridad de su personal, responder a incrementos de la demanda de ciertos productos e incluso cambiar sus producciones. Es en la automatización y la digitalización donde encontrarán respuestas a estos retos.
Alejandro Nacarino, Sales Manager ER-Soft
1.
Debido a la suspensión de las actividades decretada por la alarma sanitaria, a la dificultad del abastecimiento en las cadenas de suministro y a una demanda muy contraída por efectos de la crisis, prevemos un difícil arranque de la recuperación necesaria durante el 2020, que por otro lado, tendrá que realizarse desde la tecnología y el conocimiento, y verse reflejado en un aumento considerable de la digitalización.
2.
No cabe duda que las cadenas de suministro se han visto afectadas fuertemente por el Covid-19. El no poder disponer de insumos o productos provenientes de diferentes partes, o al menos ver como se retrasan las entregas en casi todos los casos, han puesto a prueba la paciencia de más de uno. Las empresas que han podido gestionar mejor los plazos y las expectativas, sumado a la comprensión de las personas por encontrarnos en una situación bastante atípica, ha ayudado a que las relaciones con clientes y proveedores se mantengan sanas, al menos desde el punto de vista de nuestra compañía.
3.
Como hemos indicado líneas arriba, la tecnología y el conocimiento han de ser los pilares de la recuperación del tejido industrial. Obviamente deberán estar suficientemente impulsados y respaldados por políticas acordes con semejante tarea.
Como proveedores de productos tecnológicos y como empresa con un ADN claramente orientado al conocimiento tecnológico, confiamos en que la crisis abrirá muchas oportunidades y que la digitalización industrial o Industria 4.0 que ya venía aplicándose antes de la crisis, seguramente se verá obligada a aumentar la velocidad con la que las empresas emprenden este proceso tan necesario.
4.
El cambio que introduce la Industria 4.0 no está en la producción, está en la innovación del proceso y del modelo de negocio. Si lo entendemos correctamente y lo aplicamos a los diferentes sectores, serán más interesantes de lo que lo son actualmente para la inversión extranjera.
Redacción AeI
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