AEI 519 - Entrevista a Salvador Giró, presidente de AER Automation

La labor divulgativa y promotora de las asociaciones más relevantes del sector industrial (AER, ISA Sección Española y CEA) es altamente conocida y valorada por el mercado en España y envidiada por colegas del resto de Europa. El carácter no lucrativo de este tipo de asociaciones permite considerarlas como punto de encuentro para todos los profesionales del sector, con independencia de las compañías para las que trabajan. AER, fuertemente respaldada por los grandes fabricantes e integradores del sector manufacturero discreto, inicia una nueva etapa, liderada por Salvador Giró, CEO de Infaimon, y nuevo presidente de esta asociación para los próximos 2 años.

Automática e Instrumentación: En primer lugar y agradeciendo su disponibilidad para esta entrevista, nos gustaría preguntarle por su visión de la actual situación de paralización general provocada por la pandemia del Covid-19 y sus consecuencias a futuro para la economía en general y para el sector industrial en particular.

Salvador Giró: Parece evidente que la situación actual provocada por el Covid-19, ha sido totalmente inesperada y que difícilmente nadie podía ni siquiera imaginar. Entre otras cosas, nos ha mostrado la vulnerabilidad de la especie humana y nos ha dado una lección de humildad. Esta pandemia no sólo ha causado una crisis sanitaria a nivel global con desastrosas consecuencias, sino que nos está arrastrando a lo que puede ser la mayor crisis económica desde principios del siglo XX. A día de hoy, es difícil saber el alcance de esta recesión en la que hemos entrado. Los más prestigiosos economistas predicen diferentes escenarios de futuro con distintas consecuencias, tanto en duración como en profundidad, pero hay fundadas esperanzas de que, una vez superada la epidemia, la recuperación pueda ser rápida.

AeI: ¿Cuándo cree que volveremos industrialmente a la situación de partida?

S.G.: Predecir siempre es una labor extremadamente difícil y poco precisa, pero a nivel industrial las opiniones más optimistas, hablan del inicio de la recuperación en el cuarto trimestre del 2020. Parece claro que este año va a haber una caída muy importante del PIB a nivel global, y que habrá una fuerte recuperación durante el 2021. En el caso de España esperamos que suceda algo similar, pero con una caída más profunda y una recuperación consecuentemente más elevada. Posiblemente nos encontraremos en una situación industrial, cercana a la que teníamos, entre mediados y finales del año próximo.

AeI: ¿Puede esta crisis acelerar los procesos de digitalización, robotización y automatización de la industria española?

S.G.: Como he mencionado anteriormente, está crisis ha tenido devastadoras consecuencias a nivel sanitario y se hace difícil decir que se pueden sacar elementos positivos de una situación como la actual. Sin embargo, escenarios de máximo stress, como el generado por el Covid-19, nos hacen aprender nuevas lecciones, que nos ayudan a reflexionar sobre lo que se ha hecho en el pasado y lo que debemos mejorar en el futuro, generando de esta forma oportunidades de crecimiento. Por una parte, hemos ratificado lo importante que es la inversión en investigación en el entorno sanitario, para poder combatir con más eficacia todo tipo de enfermedades o potenciales nuevas epidemias. Pero el I+D no solo es importante a nivel sanitario, sino que es un factor fundamental también si queremos ser competitivos a nivel industrial en el mercado global.

Lamentablemente nuestro país tiene una denostada tradición, que empezó con el “Que inventen ellos” de Unamuno a principios del siglo XX, para seguir con el “Que fabriquen ellos” de la segunda mitad del siglo pasado. Durante muchos años se ha estado deslocalizando la fabricación a países con mano de obra barata y es en momentos de crisis como el actual, cuando nos percatamos del error. Ahora que hemos necesitado productos y no los hemos podido obtener fácilmente, somos más conscientes de la necesidad que tiene nuestro país de ser autosuficiente a nivel industrial. Por tanto, una de las muchas lecciones que hemos aprendido con esta crisis es la importancia de fabricar cerca de nuestros clientes. El famoso “Kilómetro Cero” llevado a la industria.

Pero nuestra industria debe ser competitiva, y ese factor desde hace ya mucho tiempo está alejado de tener mano de obra barata. Los países del sudeste asiático son los primeros que lo han aprendido y según las últimas estadísticas de la IFR (International Federation of Robotics) son los que están incorporando un mayor número de robots en sus cadenas productivas. La única forma de que nuestra industria sea competitiva a nivel global es automatizar y robotizar nuestras fábricas, para producir de forma más eficiente, rápida, rentable y con el máximo nivel de calidad.

Es evidente que esto genera un cambio de paradigma, y que para llegar a ese punto también es necesario el factor humano. Desde hace ya algunos años todas las compañías del entorno de la automatización industrial somos conscientes que la falta de talento es uno de nuestros grandes problemas. Estamos convencidos de que es necesario formar a nuestros jóvenes y niños en el entorno tecnológico, tanto a nivel universitario, como en FP, como en la enseñanza primaria y secundaria. No solo hay que pensar en las necesidades de presente sino también en las del futuro más inmediato. La automatización, la digitalización y la robótica estarán presentes en todos los sitios en el futuro y se necesitarán una gran cantidad de especialistas en estos entornos. Pero no se trata solo de preparar a las generaciones futuras, las empresas debemos ser conscientes que el cambio ya se está produciendo ahora y es el deber de los empresarios formar a nuestros trabajadores en este entorno desde este mismo momento.

AeI: ¿Modificará, momentánea o definitivamente, esta crisis las formas de relación personal entre los diferentes actores del sector industrial (empleados, proveedores, clientes,...?

S.G.: La crisis está teniendo graves consecuencias desde el primer momento, hay un gran número de empresas que debido a esta situación han tenido que parar completamente su producción y esto ha comportado la necesidad de hacer ERTEs, lo que evidentemente supone un gran sacrificio, para los trabajadores y para las empresas.

En cuanto al futuro, esperamos que a nivel industrial habrá una clara conciencia en cuanto a la necesidad de automatización y robotización, y esto evidentemente creará la necesidad de formar a los empleados en las nuevas tecnologías para hacer frente a los nuevos trabajos.

Durante este tiempo de confinamiento hemos aprendido que estábamos infrautilizando herramientas digitales tales como las videoconferencias, que van a ser fundamentales en nuestra relación con nuestros colegas, proveedores y clientes.

Esto nos lleva a pensar en varias ventajas que esto supone, por una parte, el ahorro en tiempo de desplazamientos, por otra el ahorro económico para las compañías en transporte y por último y no menos importante el ahorro energético a nivel global y su consecuencia inmediata en descenso de CO2 ambiental.

AeI: ¿En qué punto se encuentra la industria española en su camino al objetivo 4.0?

S.G.: La industria española está muy diversificada y depende de muchos aspectos determinar si una empresa ya esta completamente integrada en Industria 4.0 o no. Si tomamos como referencia los sectores industriales podríamos afirmar que uno de los que está a nivel más alto es la del automóvil. La necesidad en el nivel de excelencia de sus productos hace que haya sido necesario automatizarlo al máximo, aunque aún queda mucho por hacer. Otros mercados, que no requieren de tan altos niveles de precisión como alimentación o envase y embalaje están a niveles inferiores al del automóvil.

Aunque, evidentemente depende mucho de cada empresa en particular, por tipología de compañía, la mayoría de pequeñas y medianas empresas aún están alejadas del objetivo 4.0, mientras que las grandes empresas se encuentran más cerca de alcanzar dicho objetivo.

Tenemos que ser conscientes que la automatización/digitalización al máximo nivel de una empresa no es algo que se hace de un día para otro. Debe ser un proceso continuo, que empieza por automatizar los procesos imprescindibles y requiere de un largo periodo de tiempo para finalizar completamente. La velocidad de conversión es directamente proporcional a la capacidad de inversión y a los recursos financieros. En los últimos años se ha visto un claro avance en este proceso por parte de todas las empresas, sin embargo, la crisis actual puede que ralentice esta evolución.

AeI: ¿Cuáles son los objetivos de AER para los próximos dos años de su presidencia?

S. G.: AER Automation se ha propuesto como objetivo fundamental ser la asociación de referencia en la Industria 4.0 de nuestro país. Para ello es imprescindible aumentar la masa crítica en el número de asociados, cosa que llevamos haciendo con éxito durante los últimos dos años y que tenemos como objetivo de futuro. Afortunadamente, ya contamos con la mayoría de los grandes players de la robótica mundial entre nuestros asociados, pero debemos expandirnos hacia todas aquellas compañías e instituciones que jueguen un papel relevante en la robotización y la automatización. Me refiero a fabricantes, distribuidores, integradores de sistemas, centros de investigación y universidades, así como usuarios finales de estas tecnologías. Evidentemente la AER está focalizada en el entorno industrial, pero estamos muy interesados también en incluir los entornos, agrícolas, sanitarios, servicios... La idea de futuro es ser el cluster de unificación y de referencia de la robótica y automatización, en cualquier entorno donde estas tecnologías se puedan utilizar.

AeI: ¿Qué actividades más relevantes son las que quieren promover en el sector?

S.G.: Según nuestro criterio las asociaciones empresariales deben tener como principal objetivo ser útiles a sus asociados y este ha sido el criterio principal que nos hemos marcado desde los últimos dos años y que pretendemos continuar en el futuro. Para ello hemos creado una serie de grupos de trabajo: Innovación, Crecimiento, Formación y Marketing, que nos permiten trabajar en favor de las necesidades de nuestros asociados, proponiendo un sinnúmero de actividades, que hacen posible dar soporte y visibilidad a todos y cada uno de ellos.

AeI: ¿Qué relaciones existen con otras asociaciones cómo las comentadas al inicio de la entrevista (ISA, CEA...)? ¿Existen o serían deseables colaboraciones puntuales o periódicas?

S.G.: A día de hoy, a nivel nacional hay una estrecha colaboración con AFM (Asociación de Fabricantes de Máquina Herramienta) y se han iniciado conversaciones con AIFTOP (Asociación Ibérica de Fabricantes de transmisiones Oleo-hidráulicas y Neumáticas). Estamos abiertos a extender colaboraciones con otras asociaciones relacionadas con la industria en general.

A nivel internacional, estamos en conversaciones con la VDMA (Mechanical Engineering Industry Association) de Alemania y con la A3 (Association for Advancing Automation) de Estados Unidos. Tenemos dos principales objetivos en la relación con estas dos organizaciones, que son las más importantes del sector a nivel mundial. Por una parte, queremos establecer convenios de colaboración y por otra, dada su dilatada experiencia, aprender los mecanismos que han utilizado durante todos estos años para ayudar a crecer a la industria en sus respectivos países.

AeI: ¿Qué peso tiene o desearía tener AER en las políticas industriales derivadas del Ministerio de Industria o de las diferentes consejerías autonómicas? ¿Serían más fuertes influyendo de forma conjunta con las anteriores mencionadas?

S.G.: Somos conscientes que el desarrollo de la industria en nuestro país depende principalmente del esfuerzo de las empresas de este sector, y que asociaciones como la nuestra pueden aportar muchos beneficios, entre los que destacan la cohesión y, como es en nuestro caso, proveer a las empresas de los mecanismos de robotización y automatización. Pero también tenemos claro, que sin el apoyo de la administración, la labor de llevar a nuestro país a tener una presencia relevante a nivel mundial en el entorno industrial no será posible. Nuestra labor en este punto es intentar concienciar a las administraciones nacionales, autonómicas y locales de la importancia de nuestro sector para el futuro de nuestro país, y en eso estamos.